ERC y PSOE mantendrán la reforma de la sedición al margen de los Presupuestos
Sánchez vuelve a comprometerse con una reforma futura si hay mayorías y ERC insisten en que debe haber avances en la «desjudicialización»
El Gobierno logra que ese tema no se mezcle con el inicio de la tramitación parlamentaria
Los 13 diputados de ERC eran los que más dolor de cabeza despertaban en el Gobierno. Entre otras cosas por su volumen. Suman más que PNV y Bildu juntos. Perder alguno de los aliados vascos no era previsible en los cálculos del Ejecutivo, pero ... habría sido asumible. Con la formación independentista catalana las cosas eran distintas. Un veto por su parte sí hacía peligrar las cuentas.
Durante semanas ha habido contactos cruzados entre unos y otros. Los interlocutores por parte del Gobierno han sido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Su objetivo desde el primer momento ha sido desvincular la negociación de los Presupuestos con las demandas de ERC relativas a la «desjudicialización» y «el fin de la represión». Pero Montero y Bolaños sí han concedido a sus interlocutores que el debate no se circunscriba exclusivamente al proyecto de cuentas públicas, sino que aceptan negociar sobre «otras leyes en tramitación». En referencia a la Ley de Vivienda o la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana.
Pero había que tener un compromiso de ERC de no vetar las cuentas. La formación de Oriol Junqueras y Pere Aragonès ha decidido dar «margen» a los socialistas y contribuir a «generar las condiciones que permitan mantener abiertas las negociaciones que están en marcha». En una nota muy medida los republicanos explicaron su decisión sin hacer mención a su demanda de reforma del delito de sedición en el Código Penal. Pero reclamando al Gobierno que «contribuyan a generar las condiciones de confianza necesarias para mantener vivas las negociaciones». Además de esas dos leyes y seguir negociando en el ámbito fiscal, ERC reivindica mecanismos de ejecución de las inversiones presupuestadas.
Desde la formación republicana reconocen que el hecho de no haber incluido mención a la carpeta de la desjudicialización en la nota de ayer es un gesto hacia el PSOE, pero que en ningún caso implica una renuncia a la exigencia, por ejemplo, de que se reforme el delito de sedición, cuestión que desde la formación republicana se señala como el elemento clave para determinar la buena voluntad y deseo negociador socialista.
Sánchez reitera su compromiso
En Esquerra, apuntan fuentes del partido, son conscientes de que para el PSOE tiene una muy difícil venta explicar que la citada reforma -que posibilitaría, por ejemplo, el regreso de Carles Puigdemont a España- está ligada a la aprobación de los Presupuestos, por lo que han transigido en que ello no se haga explícito ahora.
No obstante, recuerdan, dar ese margen al PSOE no implica que se pase la reclamación a un segundo plano. No hay enmienda a la totalidad, pero todavía quedan trámites y muchas semanas hacia la votación definitiva. Y advierten que las cuentas solo tendrán su voto afirmativo si tienen el compromiso de que la «desjudicialización» va en serio, aunque ello no se plasme ahora negro sobre blanco. Son, las «condiciones de confianza necesarias» a las que aludía la nota de ayer.
Desde ERC se reconoce que, o bien llegan a las elecciones locales de mayo con algún triunfo bajo el brazo, o les va a resultar muy difícil resistir las arremetidas de sus hasta ahora socios en el Govern, Junts, que de manera machacona vende entre el electorado independentista la idea de una Esquerra entreguista, rendida al PSOE.
Pedro Sánchez, ayer desde Bruselas, trasladó su mensaje habitual en la cuestión de la sedición: «el Gobierno mantiene su compromiso» y, si se produce «una mayoría parlamentaria para reformar y homologar» la legislación española a la europea, «el Gobierno cumplirá con uno de sus compromisos de investidura».
El presidente insistió en que por ahora esos apoyos no existen. Pero insistió en que no tiene «nada que ver una cuestión con la otra», en referencia a no vincular las cuentas con esa reforma. El Gobierno quiere una reforma que rebaje la sedición, pero en ERC siempre han sido partidarios de eliminar el delito y de no modificar otras penas accesorias.
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