El PSOE se aferra a sus alcaldes andaluces con fuertes dudas internas sobre Espadas
Los socialistas confían en el «carril propio» de sus regidores con el líder regional en un segundo plano

El próximo 28 de mayo gran parte de la atención estará en las elecciones autonómicas que se celebran en 12 comunidades. El relato en términos de victoria o derrota entre PSOE y PP va a depender de esa pugna. En la que el ... PSOE tiene que defender 9 gobiernos regionales y el PP tan solo dos. Pero ambos partidos tendrán buena parte de su atención en las elecciones municipales como termómetro clave del estado de sus fuerzas. Esa noche, si nada cambia, quedarán en torno a seis meses para las elecciones generales.
Uno de los focos de atención ese día va a estar en Andalucía, donde solo se celebran elecciones municipales. Con el precedente reciente de la mayoría absoluta del PP en las autonómicas de junio de 2022 y el nuevo retroceso del PSOE, estos nuevos comicios suponen uno de los retos más importantes en un territorio que lleva tiempo siendo fuente de preocupación. El tradicional «granero de votos» del socialismo no pasa desde luego por su mejor momento.
En Ferraz y en San Vicente, sede del socialismo andaluz, no obstante, cala un discurso optimista que parte de la premisa de que el reciente fracaso autonómico no tendrá repercusión: «Irá bien», dicen desde el área de Organización. «Ganaremos en votos», auguran desde el área de política municipal.
El mensaje oficial del PSOE es que el comportamiento será «completamente distinto» al de las autonómicas. «Los alcaldes tienen una cercanía al ciudadano que no permite otra administración» y que «es muy difícil» ganar a un alcalde que lo ha hecho bien.
En el PSOE andaluz coinciden en que los alcaldes «tienen carril propio». Y ven un activo que Pedro Sánchez tenga su primer acto de partido este sábado en Sevilla. Otras sensibilidades del socialismo andaluz expresan más dudas sobre esto último: «En los pueblo no quieren a nadie del federal haciendo campaña porque todo lo que venga de Madrid les resta».
El presidente del Gobierno arrancará la precampaña con Antonio Muñoz, el nuevo alcalde de Sevilla. Que se está consolidando como figura para todo el partido. «Le ha comido la tostada a Espadas, de lejos», dicen los más crítico con el actual líder regional y predecesor de Muñoz en el consistorio de la capital. En su gestión acaba de dar muestras de esa «realidad diferente» que van a intentar defender. Esta misma semana ha cerrado un pacto presupuestario con Ciudadanos. Algo que se han esforzado en vender como hecho diferencial: «Rompemos la política de bloques. Es algo impensable a nivel nacional. Se da ejemplo de que se pueden hacer las cosas de otra forma», dicen.
«Está completamente amortizado», dicen desde el antiguo entorno de Susana Díaz. «Huele a muerto y es el único que no lo sabe», insisten
La principal falla, que casi nadie se molesta en ocultar, tiene que ver con el escaso activo que se le otorga a Espadas. Una parte del partido en Andalucía cree incluso que su futuro se está jugando en mayo. «Está completamente amortizado», dicen desde el antiguo entorno de Susana Díaz. «Huele a muerto y es el único que no lo sabe», insisten.
En Ferraz, quienes apostaron por él, no lo plantean en términos críticos para su continuidad. Pero tampoco se le vende como un valor en estos momentos: «No le toca aunque acompañará», dicen. Incluso en la cúpula de su dirección regional evitan presentarlo como un activo de esta campaña: «Aquí no se vota a Juan».
Son los ayuntamientos que pone en juego Andalucía. El PSOE tiene el bastón de mando en más de 450.
En juego habrá 785 alcaldías y ocho diputaciones provinciales. El PSOE ostenta actualmente más de 450 consistorios de la región, seis diputaciones provinciales y la alcaldía de cuatro capitales: Sevilla, Granada, Jaén y Huelva. Y en el horizonte, un gran reto: la toma de posiciones para las generales en unas circunscripciones que reparten 61 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados. En las últimas elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 el PSOE logró allí 25 diputados y el PP 15.
Por entonces, Juanma Moreno ya era el presidente autonómico y Susana Díaz seguía al frente del PSOE andaluz. Pero el recorrido de Moreno hasta la mayoría absoluta, el colapso de Ciudadanos y un cambio en el liderazgo socialista que no ha corregido el rumbo descendente del partido auguran un resultado distinto. En el barómetro de Gad3 que ABC publicó el pasado mes de noviembre la distribución de escaños en el futuro Congreso de los Diputados era muy distinta, con el PP logrando 26 escaños en Andalucía y el PSOE 22 diputados.
Incluso en las versiones oficiales no se ocultan costuras. Desde el comité de campaña de Ferraz creen que pueden pelear una victoria global en votos. Pero admiten más dudas sobre su capacidad de retener el poder municipal: «Dependerá de cómo se comporten nuestros socios». Incluso entre los más críticos del PSOE andaluz creen que podrán retener Sevilla y Huelva. Pero ven peligrar las alcaldías de Granada y Jaén. Mientras que creen que caerán las diputaciones provinciales de Granada, Cádiz y Córdoba.
El PSOE necesita un buen resultado en Andalucía en mayo para retener poder institucional en la región ante la mayoría absoluta de Moreno Bonilla a nivel autonómico. Pero también para calentar el partido y evitar el vuelco electoral de cara a las generales.
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