El PP insiste en descartar a Rosell como vocal del CGPJ pese a la presión de Podemos y ve inminente el acuerdo con el Gobierno

Feijóo reconoce a su llegada al Senado que la negociación «no va mal»

Alberto Núñez Feijóo, con Elías Bendodo a su espalda, en el pleno del Senado EP | VÍDEO: EP

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En los pasillos del Senado se respira este martes por la tarde optimismo entre los populares ante la proximidad del acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) . El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha resumido en tres palabras cómo marchan las negociaciones con el Gobierno de Sánchez: «No van mal». El acuerdo avanza por fin, después de casi cuatro años de bloqueo, sin que la reforma del delito de sedición, que Sánchez asume como un compromiso, pueda hacer saltar por los aires el pacto judicial. Desde Ciudadanos y Vox han cargado con fuerza contra el PP por seguir negociando el CGPJ sin tener en cuenta los planes del Gobierno para rebajar las penas de un delito que beneficiaría a los independentistas. En el PP, además, dejan claro que el nombre propuesto por Podemos para el CGPJ, el de Victoria Rosell, no encaja dentro de los requisitos que se están negociando.

Desde el primer minuto, en Génova dejaron claro que las conversaciones que han retomado Esteban González Pons, por el PP, y Félix Bolaños, por el Gobierno, seguirían su curso con independencia de otros debates y diferencias entre ambas partes. Y uno de los asuntos que separan de manera radical a uno y otro es precisamente la reforma del delito de sedición, que ha saltado de nuevo a los titulares justo cuando el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 ha llegado al Congreso para su tramitación, con la necesidad del Gobierno de buscar el apoyo de sus socios independentistas para poder sacarlos adelante.

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha sido tajante al rechazar esa modificación de la sedición en el Código Penal. A su juicio, supone que Sánchez cruza otra línea roja con el objetivo de poder mantenerse en el poder. Según Gamarra, la reforma de la sedición acaba además con la igualdad de todos los españoles ante la ley, ya que se haría para beneficiar exclusivamente a los independentistas, y no al conjunto de la población, ajena por completo a ese delito. A partir de ahí, la portavoz parlamentaria del PP ha marcado una línea divisoria muy clara entre ese rechazo frontal a tocar la sedición y las conversaciones para renovar el CGPJ y reformar la Justicia. «Son cosas distintas», ha zanjado esta mañana en declaraciones en Antena 3.

El PP no parece dispuesto a que nada enturbie la marcha de esas conversaciones con el Gobierno. «Parece que alguien ha querido reventar las negociaciones con el asunto de la sedición, pero no lo han conseguido», comentan fuentes populares en los pasillos del Senado. Los contactos entre González Pons y Bolaños avanzan a buen ritmo, como confirman varios miembros del Comité de Dirección del PP, que no descartan que haya fumata blanca en los próximos días.

Eso sí, desde el PP son rotundos al defender los requisitos que deben tener los posibles vocales al órgano de gobierno de los jueces, y uno de ellos es que estén fuera de la política. Por eso, insisten que el nombre de Victoria Rosell, que defiende Podemos, no encaja en la nueva etapa. Los populares han levantado el veto a la participación de Podemos en la formación del CGPJ, pero siempre que los nombres que pongan sobre la mesa respeten las condiciones sobre la despolitización de la Justicia.

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