La petición de una panadera de Bilbao: "No se atenderá mientras se hable por el móvil"
Ni los clientes que entran hablando por el móvil entienden, ni Irune, responsable de una...
Ni los clientes que entran hablando por el móvil entienden, ni Irune, responsable de una panadería de Bilbao, atiende como se debe. Así que, con un cartel en el mostrador, solo pide que cuelguen el teléfono para pedir el pan. Pero no es la única comerciante que se encuentra clientes demasiados entretenidos, que además ralentizan las compras de otros. Una falta de atención que también frustra a los camareros. En el transporte habrán oído de sobra esos móviles demasiado altos. Ni en los centros sanitarios se guarda silencio en muchas ocasiones. Tanta llamada y mensaje hace que encontremos amigos que no se hablan, familias que no se escuchan o parejas que ni se miran. Y los demás, deseando que pierdan la cobertura.