Lápiz rojo, lápiz azul

En la soledad de su despacho, Francisco Franco estudiaba con detenimiento los informes confidenciales que sus servicios de información le entregaban casi a diario. ABC ha tenido acceso a centenares de documentos hasta hoy ocultos -en su mayoría de 1948- sobre las actividades de los monárquicos, las izquierdas, los militares e incluso los falangistas.

Nadie escapaba al sistema de espionaje de Franco , que después estudiaba los informes con detalle: cuando algo le llamaba la atención, bien por desconocido, bien por preocupante para sus intereses, lo señalaba con un lápiz rojo. Unas veces simplemente subrayaba, otras anotaba uno, dos o tres símbolos de exclamación, y en ocasiones escribía expresiones como «Ojo» o, directamente, «no». De repente aparece también un subrayado similar, pero en azul. Lápiz rojo, lápiz azul, curiosa metáfora de las dos Españas.

ABC ofrece hoy a sus lectores la primera entrega de una serie dedicada a publicar los papeles secretos del régimen franquista en un año clave en el enfrentamiento entre Franco y Don Juan: 1948. Se trata de los documentos que manejó el dictador en un momento en el que Don Juan tejió una compleja red que el espionaje bautizó como «bloque antifranquista» y que -resulta irónico-atribuyó a «los partidarios de Don Juan III ».

Entre tantos documentos confidenciales se cuelan algunas cartas personales que han permanecido ocultas durante 80 años. Hoy publicamos la extensa misiva que el padre de Franco escribió a su hijo en septiembre de 1936: «Te consideré sentenciado a muerte», admite el padre al enterarse del golpe de Estado liderado por el hijo.

[Consulta aquí la carta original escrita por el padre de Franco]