Urkullu reconoce los «problemas» en la Sanidad vasca pero cierra filas con su consejera
Desde hace dos semanas varios jefes médicos del Hospital Donostia han iniciado unas protestas sin precedentes en contra de la gestión del sistema vasco de salud

El lehendakari, Iñigo Urkullu, y la consejera de Sanidad, Gotzone Sagardui han comparecido por primera vez en el Parlamento vasco para dar explicaciones acerca de la guerra abierta que ha vivido en las últimas semanas la sanidad vasca. Lo han hecho en una sesión de control prácticamente monográfica donde todos los grupos políticos han preguntado por la crisis que vive el Sistema vasco de Salud, Osakidetza. Urkullu ha optado por negar la crisis y cerrar filascon su consejera.
El lehendakari no ha tenido más remedio que reconoce que existen «problemas», después de que más de un centenera de sanitarios del Hospital Donostia haya protagonizado durante varios días consecutivos protestas a las puertas del hospital. Los jefes médicos incluso llegaron a convocar una rueda de prensa en la que cargaron duramente contra la consejera Sagardui, una situación inédita en las cuatro décadas de historia de Osakidetza.
«En la sanidad existen problemas que no ocultamos», ha reconocido Urkullu ante el Parlamento vasco. Sin embargo, ha negado que la situación se pueda calificar de «grave crisis». Ha optado, además por cerrar filas con su consejera y ha asegurado que su gobierno hace una valoración «positiva» de su gestión.
Sus palabras chocan con las manifestaciones de los médicos de los últimos días. La crisis estalló hace dos semanas, después de que la Consejería de Sanidad anunciara el cese fulminante de la directora médica y la gerente del hospital Donostia. Desde el departamento se limitaron a señalar que «no estaban alineadas» con la dirección de Osakidetza. Tampoco aportó más explicaciones Gotzone Sagardui en la rueda de prensa que convocó lo ocurrido. Se limitó a explicar quienes serían los sustitutos de las cesadas y una y otra vez aseguró que había sido «una concatenación de hechos» lo que le había llevado a tomar esa decisión.
La reacción de los médicos fue inmediata. Varios jefes de servicio del Hospital Donostia presentaron su dimisión. Hasta 28 publicaron una carta pública pidiendo el cese de la consejera y de la directora de Osakidetza. La oposición en bloque se sumó a esa petición y solicitó el cese de Sagardui.
A pesar de que los médicos en su escrito han denunciado que la intención del departamento pasa por trasladar unidades y centralizar tratamientos en el Hospital de Cruces, este viernes Sagardui ha asegurado en el Parlamento vasco que la mayoría de las demandas están relacionados con temas vinculados a la contratación, a ofertas públicas de empleo o a los planes de euskera. «En contra de lo que se ha dado a entender, nadie ha pretendido, en ningún momento, trasladar servicios o técnicas que ahora se estén realizando en Donostia», ha asegurado.
En su opinión, la realidad es «exactamente la contraria». Sagardui ha recordado que el Hospital Donostia ha sido propuesto como centro de referencia para enfermedades neuromusculares. Ha recordado, además, que será también el primer centro del País Vasco en el que se creará una unidad de protonterapia contra el cáncer.
Crisis de crecimiento
Para Urkullu, lo que está ocurriendo en la Sanidad vasca debería entenderse como una «crisis de crecimiento». Ha explicado que el País Vasco tiene ahora más retos sanitarios que hace 40 años, pero que también tiene más recursos. «El presupuesto de Salud ha pasado de 3.200 millones de euros hace diez años a 4.600 el próximo año», ha destacado.
Ha incidido en que el modelo sanitario vasco abarca la atención primaria, la atención hospitalaria, la investigación, la farmacia o la salud pública. Por eso ha insistido en que debe funcionar «en red» y basado en la «complementariedad».
Será esta próxima semana cuando sepamos si las buenas palabras de los políticos convencen a los sanitarios vascos. Hace dos días la directora de Osakidetza accedió a conversar con el líder de la revuelta en el Hospital Donostia. Los médicos han cancelado las movilizaciones previstas como gesto de buena voluntad y ambas partes se han emplazado a una reunión formal este mismo lunes.