PNV y Bildu evidencian sus diferencias en la gestión de un «nuevo estatus» para el País Vasco
La coalición «abertzale» tacha de «política-teatro» la reunión que proponían desde Sabin Etxea y no acudirán
PNV y Bildu han vuelto a dejar de manifiesto la brecha que les separa en la gestión de un hipotético «nuevo estatus» para el País Vasco, al que ambos aspiran, una actualización del autogobierno que los primeros basarían en una relación de bilateralidad con el Gobierno central y los segundos quieren que se inspire en el modelo de ruptura unilateral impulsado en Cataluña. La oferta de los jeltzales de sentar unas bases para ese «nuevo estatus» se ha encontrado con la rápida negativa de la coalición de la «izquierda abertzale», que tiene sus propios planes.
Este martes el PNV anunciaba su oferta a los otros cuatro partidos con representación en el Parlamento vasco -Bildu, PSE, PP y UPyD- para celebrar este viernes reuniones bilaterales en la cámara de Vitoria , que en el caso de los peneuvistas encabezaría su presidente, Andoni Ortuzar, quien había enviado sendas cartas a los respectivos líderes de las cuatro fuerzas. Descartada la posibilidad de entenderse en este ámbito con PP y UPyD, y muy remotamente con PSE, la principal apelación iba dirgida a Bildu.
Portavoces de los partidos destinatarios de las misivas reaccionaron de inmediato aludiendo al aroma electoral que desprendía el movimiento del PNV , que incluyó la actualización del autogobierno entre sus compromisos de cara a una legislatura que encara su recta final, con los comicios autonómicos previstos para octubre. A lo que hay que sumar la precampaña de las nuevas elecciones generales del 26-J.
En esa línea, Hasier Arraiz, portavoz de Bildu, se ha encargado esta mañana de enfriar las expectativas de Ortuzar, al criticar que este tipo de reuniones «tienen mucho de política-teatro , de política de la corte, de la que han estado haciendo en Madrid durante los últimos cuatros meses». Entrevistado en Onda Vasca, Arraiz ha detallado: «Ayer mismo me enteré personalmente porque soy uno de los destinatarios de esa carta. Me enteré a la vez que la radio pública de esa iniciativa y ya no me gustó de inicio».
«Eso de plantear reuniones el viernes, uno detrás de otro, a ver si se puede llegar a un acuerdo y, así, el PNV poder decir que ya ha hecho lo suficiente como para poder llegar a un acuerdo. Esa no es manera de ahcer las cosas», ha desechado la oferta de los jeltzlaes. «Si queremos llegar a una acuerdo, yo tengo el teléfono aquí, Andoni Ortuzar me pueda llamar », ha zanjado.
Rifirrafes
No es el primer episodio reciente que deja a las claras que PNV y Bildu quieren gestionar a su manera, y más todavía en un escenario electoral, sus aspiraciones de cara a un teórico «nuevo estatus» para el País Vasco. El pasado mes de abril se celebró un foro en el que saltaron chispas cuando el propio Arraiz anunció a bombo y platillo su propia oferta, que pasaba por aglutinar a todos los agentes políticos y sociales partidarios del «derecho a decidir» , para lanzar un plan de ruptura unilateral, que incluyera los pasos a dar ante el previsible rechazo en «Madrid».
Ortuzar no dejó pasar entonces la ocasión de recordar a Arraiz cómo la «izquierda abertzale» no les dio el apoyo suficiente ante el fallido Plan Ibarretxe . «Entenderás que uno puede tener la mosca detrás de la oreja. Luego ya sé por qué no queréis hablar del pasado». Más allá de este desencuentro dialéctico, lo que se plasmó en el debate fue que el PNV quiere llegar cuanto antes a un acuerdo de mínimos dentro del Parlamento, tras el fracaso de la llamada ponencia de autogobierno, y que Bildu prefiere esperar y ser más ambicioso. Y que sus planes pasan también por incluir a Podemos, actualmente sin representación en la cámara.
Por su parte, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha querido restar trascendencia a este desencuentro al asegurar que « antes o después esas conversaciones tendrán lugar », pues está convencido de que ambos partidos, PNV y Bildu, comparten una afán por renovar el autogobierno, «más allá de pequeños rifirrafes».