Urkullu habla de «economía de guerra» y anticipa una situación de consecuencias «severas»

La crisis energética y la escasez de materias primas ya se están dejando notar en la industria vasca

Estos son los países más dependientes del petróleo y del gas de Rusia

Iñigo Urkullu visita la nueva plataforma logística de Lidl Irekia/Gobierno vasco

Miriam Villamediana

«Una economía de guerra» con consecuencias «severas» . Así ha descrito esta mañana el lendakari, Iñigo Urkullu, la situación a la que se enfrenta el País Vasco, y el mundo en general, al escenario que ha dejado la invasión de Rusia a Ucrania . Ha destacado además, que las empresas vascas ya están notando las consecuencias de la escalada de precios de la energía y de las materias primas.

Por eso, durante la visita que ha realizado esta mañana a una nueva plataforma logística de Lidl, ha hecho un llamamiento a «redoblar esfuerzos» para implantar políticas de eficiencia energética. Para el lendakari, el futuro pasa por «adoptar decisiones para flexibilizar la transición energética y acelerar la puesta en marcha de proyectos de energía alternativa como los parques eólicos o el hidrógeno».

Desde el Gobierno vasco alertan de que los sectores de automoción, fundición y oil&gas ya están notando las consecuencias económicas de la guerra. A todo ello se une la decisión de Rusia de suspender las exportaciones hasta final de año lo que está dificultando el acceso al cereal, el trigo o el aceite de girasol. «Son materias que impactarán en el primer sector y en la cadena de alimentación internacional», ha explicado Urkullu.

Aprovechar las horas más baratas

De hecho, ya son varias las empresas vascas que se han visto obligadas a parar su producción desde que estallara la guerra. Este martes, sin ir más lejos, Arcelor Mittal apretaba el botón de stop en su planta guipuzcoana debido al elevado coste de la electricidad. Hoy se ha recuperado algo la actividad pero fuentes de la empresa reconocen que se está trabajando «de forma intermitente» para intentar aprovechar las franjas horarias con menor coste eléctrico.

Acería Compacta de Bizkaia (ACB) lleva parada desde diciembre y tenía previsto reanudar este domingo su actividad. Sin embargo ha optado por alargar también la parada debido al «insostenible» precio de la electricidad. La intención de la empresa es esperar a la semana que viene y volver a valorar la situación.

Son dos ejemplos que muestran la situación de incertidumbre que se extiende entre los empresarios vascos. Y no sólo la industria. En las conserveras del norte de España también se han encendido las alarmas. El aceite de girasol, que hasta ahora importaban de Ucrania, es necesario para elaborar más de la mitad de sus productos. Se están encontrando con muchas dificultades para importarlo y por eso desde la patronal advierten de que existe riesgo de desabastecimiento si la situación no se soluciona a medio plazo.

Ante la realidad que ya viven las empresas vascas, Urkullu ha hecho un llamamiento para acelerar las ayudas que ya está preparando Europa. Ha anunciado, además, que el Gobierno vasco está analizando también «vías» propias para complementar estas ayudas.

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