Urkullu adoptará restricciones de cara a Nochevieja

El lehendakari ha convocado este martes el LABI que estudiará cómo atajar una incidencia que ya supera los 2.000 casos

Iñigo Urkullu comparece junto a la consejera de Salud Gotzone Sagardui Foto y vídeo: EP

Miriam Villamediana

Iñigo Urkullu no quiere esperar más. Ante el aumento de casos sin control que vive el País Vasco desde hace varias semanas y después de intentar sin éxito pactar medidas con todas las comunidades autónomas, el lehendakari ha decidido convocar este martes el Comité Asesor LABI , formado por representantes políticos de las diferentes administraciones vascas, para acordar nuevas restricciones.

La intención es además, que las medidas entren en vigor de inmediato y sean efectivas para parar los contagios en fin de año. «Las medidas son un recordatorio de que debemos extremar la prudencia», ha insistido Urkullu durante la toma de posesión de la nueva presidenta del Tribunal de Cuentas.

Y precisamente para que la advertencia llegue cuanto antes a la ciudadanía, desde el Gobierno vasco dejan entrever que esta vez el decreto se aprobará inmediatamente y sin pedir autorización al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Este movimiento dejaría casi sin margen de maniobra a los hosteleros, que aunque recurran, la resolución podría retrasarse hasta el año que viene. «La variante ómicrom se extiende y nuestra mejor defensa empieza por cumplir las medidas», ha zanjado Urkullu.

Al Gobierno vasco le preocupan, sobre todo, las aglomeraciones que se puedan producir en Nochevieja. Y precisamente por eso, lo más probable es que el sector hostelero vuelva a ser el más perjudicado por las nuevas restricciones. La propuesta del Gobierno vasco pasa por prohibir el consumo de pie o en barra , limitar las agrupaciones de clientes a 10 personas o decretar el cierre de todas las actividades a las 21:00 para la última noche del año. Además, el aforo de todo tipo de establecimientos, comerciales, culturales u hosteleros, quedaría reducido al 60%.

Incidencia disparada

Son todas medidas que buscan de forma desesperada tratar de contener una tasa de transmisión que lleva días desbocada. Según los últimos datos del Gobierno vasco, la incidencia acumulada este lunes se situaba ya en los 2.076 casos por 100.000 habitantes . Solo en la última jornada se han apuntado 4.265 positivos, más del doble de los 1.607 que se detectaron el lunes pasado.

Una explosión de casos que, de momento, no se refleja en unos hospitales que llevan semanas aguantando con cifras similares. Este lunes en planta había 381 personas ingresadas con coronavirus y 110 enfermos más ocupaban camas de críticos.

La tensión, sin embargo, sí se está trasladando a la atención primaria. El servicio vasco de Salud, Osakidetza, calcula que al menos un centenar de sanitarios están contagiados y 200 más aislados por haber sido contacto estrecho de un positivo. En algunas áreas sanitarias incluso se están pidiendo voluntarios dispuestos a doblar turnos para tratar de acelerar la realización de test o la vacunación infantil y de refuerzo.

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