El PNV tilda de «decepcionante» el Mensaje del Rey y reprocha que lanzó un «catenaccio constitucional»
Los nacionalistas vascos consideran que Don Felipe envió «un mensaje alarmista, como si fuera a acabarse el Estado»
El PNV califica de «decepcionante en el fondo y en la forma» el Mensaje de Navidad del Rey y considera que Don Felipe, con su mensaje, « lo que estaba lanzando es una opción por un catenaccio constitucional o catenaccio nacional». Un símil futbolístico explicado así por el diputado electo Aitor Esteban, encargado de poner voz esta mañana a la valoración de los peneuvistas en Sabin Etxea, sede del partido en Bilbao: «Es una táctica italiana que es la defensa de todo y no innovar. Las elecciones han dado un panorama político abierto en el que es posible si hay voluntad abordar retos que hasta ahora han estado en una esquina. El mensaje que se lanzó es: vamos a hacer una defensa extrema de lo que tenemos. No vamos a arriesgar, no vamos a jugar. O al menos es lo que interpretamos nosotros. Creemos que es el momento para hacer un juego bonito. Tocaría más un juego brasileño».
Esteban ha dejado claro que al PNV no le gustó nada del Mensaje del Rey, comenzando por «una puesta en escena que más bien parecía un publirreportaje de revista del corazón por el lugar que se eligió », ha atacado. «Pero es curioso. Se eligió el Palacio Real y habló el Rey de la grandeza de España, de que era un lugar que era de todos los españoles y abierto a todos los españoles para comprender el pasado de España. Nosotros nos preguntamos si lo comprende él. Si el Rey exactamente conoce bien cuál es el pasado del Estado español y la historia de los pueblos y las naciones que forman parte del territorio del Estado español».
« Habló de tópicos redundantes , de gran nación, con una lengua común, habló de ser y sentirse español, querer y respetar España en emoción y orgullo, sin darse cuenta de que hay ciudadanos en este país, en algunos lugares del Estado, y es recurrente que esto se muestre en las elecciones, que no lo sienten, que no sienten ningún apego a ese sentimiento de españolidad», ha incidido el diputado electo nacionalista.
En el carrusel de reproches, Esteban ha apuntado: «No habló de un Estado que esté en crisis constitucional, por una parte, pero también económica y también de comportamientos en lo político y en lo público. Hubo un momento en que se si se unen las expresiones que utilizó lanzó un mensaje alarmista, como si fuera a acabarse el Estado . "Fortaleceremos nuestra cohesión nacional, lo que nos debe importar a todos es España, confianza en la continuidad de España". A Cataluña, que la nombró, porque todos entendimos que la estaba nombrando, pero él no se atrevió a mencionarla por su nombre, no tuvo el coraje de mencionarla por su nombre. Y habló de que no se puede imponer la voluntad de unos sobre otros pero no habló de vamos a resolver esto con diálogo, sino que se refirió a la ley y la Constitución y la inamovilidad de esos textos».
«No transmitió visión de futuro»
Para Esteban, el actual momento político, en el que «se está hablando por parte de diferentes fuerzas políticas de reforma constitucional, con el problema catalán, el problema nacional vasco que están ahí, con un cuadro diferente que han dejado las últimas elecciones», puede «ser un reto». «Lo que tenía que haberse tomado es más como una oportunidad, como un reto, para solucionar problemas , porque obliga al diálogo, más que lo que dio la sensación del mensaje que estaba transmitiendo, que era una especie de amenaza y llamó a esa especie de protección de catenaccio constitucional», ha insistido.
« No transmitió visión de futuro y esperanzas de futuro , sino que se estuvo refiriendo a lugares comunes, de una manera más insistente incluso que a lo que nos tenía acostumbrados los discursos de su padre», ha vuelto a arremeter el diputado peneuvista. «Si de verdad le preocupa el Estado, y la continuidad del Estado, encerrarse en la defensa no lleva a ninguna parte. Tomémonos la situación que se ha producido después de las elecciones más como una oportunidad que como una amenaza».
Esteban, que ha criticado que «de 1686 palabras» el discurso solo incluía «dos en euskera», ha concluido así: «Me parece muy importante comprender el pasado. ¿Lo comprenden en la Casa Real? ¿O se han quedado con algunos manuales de Historia de determinada época ? Desde luego es una oportunidad, creo que también para la Monarquía si sabe leer inteligentemente los tiempos. Del discurso de ayer no me dio la sensación de que eso estuviera ocurriendo».
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