La sanidad vasca condenada a indemnizar con casi un millón de euros a un paciente que se quedó tetrapléjico por una negligencia

Contrajo una infección en el quirófano que no se trató adecuadamente y terminó por incapacitarle en un 95%

Una persona tetrapléjica se desplaza en silla de ruedas Ignacio Gil

Miriam Villamediana

El caso se remonta a 2014. El paciente, de 52 años, acudió al Hospital Donostia de San Sebastián aquejado de una mielopatía cervical . Los médicos tenían previsto operarle en dos fases pero durante la primera intervención el paciente contrajo una infección en el quirófano que pasó desapercibida y al extenderse terminó por dejarle tetrapléjico . Los jueces vascos creen que el desenlace hubiera sido otro si en el tratamiento no se hubieran cometido varias negligencias y por eso, han condenado al Servicio vasco de Salud, Osakidetza, a pagar una indemnización de 988.000 euros .

El Tribunal Superior de Justicia considera que durante el juicio ha quedado sobradamente acreditada la « mala praxis en la asistencia sanitaria prestada». Tras contagiarse durante la operación, se le creó un absceso epidural que pasó desapercibido para los sanitarios. Según relata su abogada Teresa Reíllo, durante el postoperatorio no recibió la dosis adecuada de antibióticos lo que hizo que la infección creciera hasta comprimirle la médula y dejarle sin movilidad. En los 19 días que estuvo en el hospital tampoco se anotó ningún dato sobre la evolución de la herida en su historia clínica.

Fue después, cuando los cirujanos se disponían a operarle en la segunda intervención programada para curar la mielopatía, cuando al intubarle detectaron la presencia del obseso. «Comprobaron que el escáner se había valorado erróneamente », añade Reíllo, y una resonancia de urgencia terminó por confirmar la gravedad de la situación. El paciente estaba tetrapléjico y desde entonces sufre una discapacidad del 95% .

Los jueces en la sentencia creen que se prestó una asistencia sanitaria « defectuosa » y que la interpretación de los síntomas no fue todo lo escrupulosa que debiera haber sido. «La situación del paciente exigía una mayor dosis de diligencia », añaden desde el despacho de abogados Cobo Serrano.

«Cuando acudió al hospital tenía limitaciones pero podía llevar una vida autónoma; cuando salió del hospital lo hizo con tetraplejia irreversible », lamenta su abogada. «Tiene una calidad de vida limitada a todos los niveles, y lo que es peor, sin posibilidad alguna de experimentar mejora», añade. Según confirman desde el despacho, la aseguradora del Servicio vasco de Salud ya habría abonado la indemnización. «No repara la perdida de salud, pero sí ayuda a nuestro cliente a procurarse las mejores atenciones», concluye Reíllo.

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