Running en el País Vasco: cinco lugares para correr a gusto
No hay excusa, basta con calzarse unas zapatillas de deporte para llevar a cabo una práctica saludable
1
Bilbao: a lo largo de la ría
Símbolo de la transformación de Bilbao, la ría, otrora un foco de malos olores y contaminación, es uno de esos puntos hoy saneados hasta el punto de albergar competiciones deportivas. No hace falta, sin embargo, competir sino, simplemente, tener ganas de hacer deporte para calzarse las zapatillas y tomar precisamente la ría como referencia para ir siguiendo su curso, del puente de Arriaga hasta el barrio de Olabeaga, cada uno según sus fuerzas -el recorrido completo solo está al alcance de los profesionales-.
2
Paseo de La Concha (San Sebastián)
Pocos entornos tan bonitos para hacer deporte como el paseo de La Concha, en pleno centro de San Sebastián. Siempre que no falle el resuello, uno puede correr mientras disfruta de unas vistas inmejorables. Otra opción, dentro de la ciudad, es acudir a alguno de sus estupendos parques, como el de Cristina Enea, el de Ametzagaina o el de Igeldo.
3
Parque de la Florida
Son varios los parques que alberga todo un pulmón verde como es Vitoria, pero sin duda el de la Florida es el idóneo para salir de casa y, sin necesidad de cubrir una gran distancia -siempre que se viva en el centro-, gozar del running en un entorno natural. Otra posibilidad, algo más alejada del núcleo central, es pasarse por el parque de Salburua.
4
Guecho: de puerto a puerto
La localidad vizcaína de Guecho, a un cuarto de hora de Bilbao, es otro de esos puntos urbanos donde dar rienda suelta a la pasión por el running con la posibilidad de cubir largas distancias y hacerlo en un entorno agradable a la vista. Los valientes pueden cubrir la distancia entre el puerto deportivo y el puerto viejo tantas veces como se lo permitan sus piernas.
5
De Zarauz a Getaria
Hablando de entornos a disfrutar, pocos tan señalados como la ruta entre las localidades guipuzcoanas de Zarauz y Getaria. En un carril habilitado expresamente para ello, es posible patinar, caminar tranquilamente o subir un poco las revoluciones y practicar running a la vera del mar Cantábrico.
