El Pirineo agoniza: más de la mitad de sus glaciares ya han desaparecido
Según un informe presentado hoy en Bilbao la temperatura aumenta 1,6 grados al año mientras las precipitaciones descienden un 8%
2020 ha sido el año más cálido en los Pirineos de los últimos 62 años y la temperatura anual ha aumentado de media 1,6 grados desde el año 1959. Es la preocupante situación que describe el informe del Proyecto ADAPYR, elaborado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, que se ha presentado este jueves en Bilbao.
«El cambio climático ha ocasionado ya pérdidas de un impacto irreversible », ha reconocido Eva García-Balaguer, coordinadora del observatorio. Y es que, al incremento de la temperatura, se suma una importante reducción del nivel de precipitaciones . De media, llueve un 8% menos que en la década de los 60, porcentaje que se eleva hasta el 18% si nos fijamos en la vertiente sur de la cordillera. Aseguran los expertos que, a este ritmo, la acumulación de nieve por debajo de los 1.500 metros podría llegar a reducirse en un 78%.
«Los datos son alarmantes», ha advertido Mikel Antón, director de Asuntos Europeos del Gobierno vasco y secretario general de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP). También lo son las consecuencias que ya se pueden apreciar a simple vista. Desde el año 1983 han desaparecido más de la mitad de los glaciares que albergaban los Pirineos. En la actualidad, apenas quedan 20 en activo y todos ellos se encuentran en un «delicado estado de equilibrio».
El caso más paradigmático es el Aneto, situado en la provincia de Huesca y probablemente el glaciar más conocido por los aficionados al a montaña. En las últimas tres décadas ha perdido más de la mitad de su extensión. De la misma manera, el volumen de hielo de la cueva helada de Cotiella, también en Aragón, ha disminuido un 20%, mientras la temperatura del hielo del interior se va incrementando año a año.
Es consecuencia directa de veranos más cálidos y que van alargándose año a año . En los últimos cuatro años los expertos han detectado que el inicio de la fecha del deshielo ha ido adelantándose y cada vez son menos los días en los que los lagos permanecen cubiertos de hielo. Alertan además de que las turberas, unos humedales de alto valor ecológico que en la actualidad actúan como sumideros de carbono, podrían pasar de ser captadoras de CO2, a emisoras de este gas.
Para tratar de frenar la situación, porque revertirla es, aseguran los expertos reunidos en Bilbao, es «imposible», los siete territorios de los Pirineos (Aragón, Navarra, Cataluña, País Vasco, Andorra y las regiones francesas de Nouvelle Aquitanie y Occitanie) pondrán en marcha la primera estrategia transfronteriza de adaptación al cambio climático en Europa . Se trata de un enfoque «único en Europa» que se traduce en un documento que recoge 38 directrices y 72 acciones directas.
«Debemos buscar soluciones basadas en la naturaleza», ha advertido García-Balaguer que aboga para intervenir en el medio para «potenciar el valor que tiene la naturaleza». Solo así lograrán el objetivo que se han marcado: lograr hacer de los pirineos un territorio «resiliente» en 2050.