Patxi Ruiz, el pistolero con el que el ala más dura del nacionalismo vasco ha devuelto la violencia a las calles
El terrorista lidera una campaña de acoso a partidos y dirigentes políticos
Se llama Patxi Ruiz , y es autor del asesinato del concejal pamplonés Tomás Caballero, entre otros atentados. Hay quienes en los últimos días han coreado su nombre por las calles de Bilbao al grito de «gudari». También se le hace referencia en los folletos que se lanzaron a las puertas del domicilio de Idoia Mendia, líder del PSE, y en tantas otras pintadas en sedes de partidos políticos del País Vasco. Siempre ha habido una conexión inherente entre el nombre de este sujeto y la violencia, el cruento arte que ahora, trastabillado el país como está a causa de la crisis del coronavirus, los extremistas se atreven a retomar amparándose en la causa por los derechos de los presos. «Muerto el perro (ETA) no se acabó la rabia» , resume el catedrático Francisco Llera, firme defensor de la libertad desde las aulas de la Universidad vasca en los años más cruentos de la banda terrorista.
Lo cierto es que Ruiz, que fue condenado a 30 años de cárcel tras el asesinato del edil de UPN, no compartía el rumbo de ETA y del colectivo de presos EPPK, motivo por el que sería expulsado de la banda en 2017. Él, que integró en su día el comando «Ekaitza» (Tormenta), era crítico con la estrategia de desintegración por la que apostaron los dirigentes de Sortu, a los que llegó a acusar de «liquidacionistas» . Desde ese momento se unió a Amnistia Ta Askatasuna (ATA), el sector más duro del nacionalismo radical vasco.
Ahora, aprovechando el escenario de desorden provocado por la crisis sanitaria, este terrorista pamplonés ha retomado el pulso contra la dirección de la izquierda «abertzale» desde la prisión de Murcia II, en la que cumple condena. En comunicados publicados en portales vinculados al nacionalismo radical, Ruiz ha anunciado su decisión de iniciar una huelga de hambre y sed por la supuesta vulneración de sus derechos como preso. Pero además, ha aprovechado esta situación para instar a los vascos a mantener «con firmeza los principios e ideales que les llevaron a la lucha».
El ala radical de la IA lleva días con su particular campaña para exigir la excarcelación del etarra Patxi Ruiz.
— COVITE (@CovitePV) May 18, 2020
La campaña consiste en organizar concentraciones, quemar cajeros y contenedores y acosar a partidos en sus sedes.
¿Por qué este rebrote de kale borroka? HILO⬇ pic.twitter.com/sZR1UABSXb
Su llamada a la violencia ha sido escuchada por los nostálgicos del nacionalismo más extremista, incluidos muchos jóvenes que, en las últimas semanas, han protagonizado diversos episodios de violencia en las calles del País Vasco y de Navarra. Radicales que exigen la amnistía para Patxi Ruiz y acusan de «asesinos» y «carceleros» a los dirigentes de PSOE, PNV e incluso Podemos.
Uno de sus últimos objetivos fue una «herriko taberna» de Bilbao en la que desconocidos escribieron «Sortu culpable» . Paralelamente han tenido lugar otros actos de «kale borroka» como la quema de un cajero automático en Ea (Vizcaya) que obligó a desalojar a varios vecinos en plena noche o el ataque en el domicilio de Mendia.
Esta misma mañana, los violentos han cruzado una nueva línea y han «detenidos y atacado» en Azpeitia (Guipúzcoa) un autobús en cuyos laterales han hecho pintadas de apoyo al preso etarra. Según ha informado la Diputación Foral, el vehículo «se encontraba de servicio con cinco ocupantes y el conductor, que se han visto obligados a permanecer dentro y afortunadamente no han sufrido daños».
«En la izquierda abertzale hay gente que está empeñada en dinamitar el nuevo camino de diálogo y hacer política que ha emprendido EH Bildu, que tiene como objetivo ser influyente en el día a día de la política española», ha denunciado posteriormente el secretario general del PSE de Guipúzcoa, Eneko Andueza.
Ruiz fue trasladado anoche al hospital de Murcia
La situación corre el riesgo de agravarse en las próximas horas. Este viernes, Amnistia Ta Askatasuna ha informado de que Patxi Ruiz fue trasladado a última hora de la noche de ayer al hospital Virgen de la Arrixaca, en Murcia. Horas antes se había negado a acudir al hospital sin auto judicial. Desde ATA aseguran que el recluso «padece fallo renal» y, «aunque es capaz de andar por sí mismo, su situación es muy grave».
«Covite lleva tiempo advirtiendo del peligro que pueden suponer para el futuro los grupos disidentes de ETA —afirmó la asociación de Consuelo Ordóñez en redes sociales—. ATA parece el más organizado. Están fuertemente fanatizados e ideologizados y pueden disponer de armas».
Bildu, de perfil
El de Patxi Ruiz es un tema incómodo para EH Bildu, coalición en la que está integrada Sortu y a la que ahora el ala más dura de la izquierda radical acusa de actuar con «tibieza». Los batasunos han optado hasta el momento por ponerse de perfil, y de hecho el pasado miércoles se negaron a firmar una declaración institucional en el Parlamento vasco para «condenar» el ataque en el domicilio privado de Idoia Mendia. Mertxe Aizpurua , su portavoz en el Congreso, llegó a afirmar ayer que las pintadas en la casa de la dirigente socialista son « consecuencia de la situación extrema que está viviendo un preso vasco».
Desde las filas del PNV, Andoni Ortuzar ha reclamado hoy a la izquierda «abertzale» que se «enfrente a sus demonios» y frente los ataques «intolerables e inadmisibles» de sus «díscolos». En declaraciones a EiTB, el líder nacionalista ha instado a Bildu a corregir su posición: «Que deje de estar en ambigüedades, porque no caben ambigüedades en este tema», ha manifestado.
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