El País Vasco cierra bares y restaurantes y adelanta el toque de queda a las diez de la noche

Los hosteleros vascos deberán bajar la persiana a partir del sábado. Así lo ha decretado el Gobierno de Iñigo Urkullu, quien pide a la ciudadanía nuevos esfuerzos ante la preocupante deriva de la pandemia del territorio y a fin de llegar en la mejor situación posible a Navidad. «Es imprescindible adoptar nuevas medidas y es imprescindible hacerlo ahora», ha sentenciado el lendakari al término de la reunión que ha mantenido con su equipo asesor de la crisis. El Ejecutivo autonómico, que también adelantará la hora del toque de queda a las diez de la noche , se reserva por el momento la carta del confinamiento domiciliario, una posibilidad que tanteó en el último consejo interterritorial pero que por el momento rechaza.

La de forzar el cierre de la hostelería era una de las restricciones más drásticas que planeaban sobre la cumbre celebrada esta tarde en la sede de la Presidencia vasca. Urkullu, «consciente» del nuevo mazazo que supone para quienes viven de los bares y los restaurantes, ha advertido de que no pretende «demonizar» al sector, pero ha destacado que el contexto actual obliga a hacer un «esfuerzo» extra y «reducir a la mínima expresión» la vida social . Al menos, hasta «superar la actual situación de riesgo».

Del cierre se salvan los comedores de hoteles y otros alojamientos para servicio a personas residentes. Asimismo, se podrán preparar y servir comidas a domicilio o recogida con cita previa hasta las nueve de la noche. A esa misma hora deberán bajar la persiana todos los comercios, a excepción de farmacias y gasolineras.

«Medidas intermedias y proporcionadas », ha dicho el lendakari, que presumiblemente se mantendrán en vigor todo noviembre y que están dirigidas a evitar el confinamiento general , aunque el Gobierno vasco ya reclamó al gabinete de Pedro Sánchez que habilite esta posibilidad por si «llegase a ser necesario».