El museo Guggenheim de Bilbao propone una relectura de las vanguardias francesas
La primera exposición de la temporada reúne 70 obras prestadas por el Museo de Arte Moderno de París
Uno puede pensar que a estas alturas ya está todo escrito sobre las vanguardias clásicas. Son miles las exposiciones que se han dedicado en todo el mundo a los vanguardistas de París. Pero el Museo Guggenheim de Bilbao , en colaboración con el Museo de Arte Moderno de París , ha logrado lo que parecía imposible: aportar una nueva visión de aquel París de inicios del siglo XX. Y así, en su exposición 'Del Fauvismo al Surrealismo: Obras maestras del Musé d'Art Moderne de Paris' invita al espectador a realizar una reflexión diferente de estos movimientos utilizando como punto de partida los ojos de las mujeres y los extranjeros de París.
«Es una lectura que enriquece la historia del arte», ha explicado durante la inauguración Frabrice Hergott, director del Museo de Arte Moderno de París que ha prestado para la ocasión 70 obras de arte a la pinacoteca bilbaína. Porque las mujeres artistas de aquel inicio de siglo parisino «no se quedaban al margen» sino que participaban «activamente» en los movimientos artísticos.
Es el caso de la española María Blanchard , nacida en Santander, y considerada la dama del cubismo. Su retrato de La Española no solo sirve para poner la portada de la muestra, también cautiva al espectador con su expresión. Maternidad o la melancolía que transmite Niño con canotier tampoco dejan indiferente a nadie. Es el mejor ejemplo, ha explicado Hergott, de una artista «subestimada» y poco visibilizada en una historia del arte que sobre todo se escribió «con una visión masculina» .
La exposición también pone en valor la aportación artística de otras mujeres como la rusa Natalia Goncharova y su particular versión cubista de las mujeres españolas. Además, el museo parisino ha incluido una selección de obras de artistas extranjeros , que al igual que Picasso, fueron a París atraídos por su ambiente bohemio y también realizaron su particular aportación a las vanguardia del periodo de entreguerras. «Es curioso como los cuadros se comportan de otra manera cuando salen del entorno parisino», ha destacado Hergott.
Recorrido cronológico
En esta ocasión invitan al visitante a realizar un recorrido cronológico a través de tres salas del museo. El punto de partida es el Fauvismo , el movimiento que promovió un grupo de artistas a los que en la época definieron como «los salvajes». «Son obras que revolucionaron la pintura tradicional», ha explicado Hélène Leroy, comisaria de la exposición. Y buena parte de esa revolución se tradujo en el uso de colores vivos que iban más allá de lo natural. Así, Valtat no dudaba en plasmar los suelos de sus paisajes en color violeta y Robert Delaunay no escatimó en verdes y amarillos para su Desnudo ante el tocador.
El Cubismo nació a partir del análisis que hicieron Pablo Picasso y Georges Braque de las obras de Paul Cézanne. Propusieron huir de las reglas de la perspectiva clásica del Renacimeinto y descomponer una misma figura en diferentes planos , un planteamiento duramente criticado en la época. Pero no se rindieron y apostaron por darle a su pintura «una dimensión museística» frente a las críticas, ha añadido Leroy. Y así se aprecia en los lienzos de Braque, Gleizes, Goncharova, Gris, Léger, Metzinger o en la escultura El bufón del propio Picasso.
La siguiente sala propone hacer un alto en el camino para deleitarse con el encuentro que todos estos autores tuvieron en París en aquellos años convulsos. Cuenta con una nutrida representación de artistas internacionales que se instalaron en la capital francesa y que coincidían en los cafés, los talleres, las salas de bailes y los cabarés de la época. Destacan artistas como Marc Chagall, Amedeo Modigliani, Chana Orlof o Jules Pascin.
Y el espectador sabrá que se ha adentrado en el Surrealismo al toparse con la espiral que esconde Optófono II de Francis Picabia. «Es un movimiento subversivo que surge como una reacción a las guerras», resume Leroy. Algo así como el absurdo de las guerras que intentaron plasmar, entre otros, Picabía, Man Ray o Max Ernst. Es el punto y final a un recorrido diferente por las vanguardias que los visitantes podrán realizar hasta el próximo 22 de mayo .