Haribo declara la guerra a los ositos vascos con alcohol
La multinacional exige a una empresa española que deje de producir y vender gominolas «borrachas»
Lo que parecía un negocio redondo se está convirtiendo en un sendero sinuoso para tres jóvenes vascos que comenzaron a comercializar ositos de gominola con alcohol bajo la marca Osito&Co. Sus inicios fueron prometedores, e incluso llegaron a recibir una ayuda de 10.500 euros del Ayuntamiento de Guecho (Vizcaya). Dicha subvención no fue aplaudida por la oposición, que recriminó al Gobierno municipal, sustentado por PNV y PSE, que incentivara con dinero público una empresa dedicada a la venta de alcohol. Otra polémica ha envuelto ahora a esta compañía vasca, que se encuentra en el punto de mira de la multinacional Haribo tras detectar esta última «gran similitud» en las formas de las gominolas.
Los alemanes exigen a esta empresa emergente que deje de vender sus ositos con alcohol. Según AFP, incluso han iniciado ya los procedimientos legales para proteger su marca registrada , pues consideran que las gominolas de los jóvenes vascos violan sus derechos de propiedad intelectual. Además, reclaman que se transfiera tanto la administración como la propiedad de la página web mediante la que realizan la venta.
El golpe puede ser demoledor para la empresa vasca. Uno de sus responsables, Ander Méndez , reconoció a esta agencia que no tienen «muchos recursos para llevar a cabo una demanda» contra un gigante como Haribo, que está dispuesta a llevar a cabo «las acciones legales necesarias» si no responden favorablemente a sus peticiones.
Pesimismo
Méndez, de 24 años, reconoció que se le cayó el alma a los pies cuando recibió hace unas semanas la notificación de los abogados de Haribo. Él se defiende: «No hacemos daño a su marca» , asevera, pues bajo su punto de vista los ositos «no son iguales» que los de la multinacional. Por el contrario, el joven vasco asegura que son los alemanes los que quieren «apropiarse» de su producto.
Por el momento, tanto él como sus socios estudian la respuesta que darán a los abogados de Haribo, aunque no prima el optimismo al tratarse de una compañía de semejantes magnitudes.
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