La familia de uno de los trabajadores de Zaldívar denuncia la «cobardía» del Gobierno vasco
Los allegados de Joaquín Beltrán reprochan al Ejecutivo que haya faltado a su palabra
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La familia de Joaquín Beltrán , una de las personas que quedaron sepultados el pasado 6 de febrero en el vertedero de Zaldívar (Vizcaya), ha comunicado que ayer se negó a visitar junto a Iñigo Urkullu la zona afectada porque Lendakaritza «faltó a la palabra dada» y filtró la cita a los medios de comunicación. A través de un comunicado, los allegados del trabajador de Verter Recycling han denunciado la «desalmada cobardía» del Ejecutivo, al que acusan de «echarle la culpa al muerto» y negar cualquier responsabilidad en la crisis.
El entorno de Beltrán se ha referido de esta forma a las informaciones que se publicaron ayer en medios de comunicación sobre la visita de Urkullu al vertedero que colapsó hace ya más de un mes y que enterró a los dos operarios, cuyos cuerpos todavía no han aparecido. En un principio tenían también previsto acompañarle los propios familiares, que sin embargo rechazaron finalmente acudir tras tener «constancia fehaciente» de la « intencional filtración de la cita a los medios de comunicación» cuando habían pactado que el contenido de la misma no debía trascender.
«Por si no hubiera sido suficiente», añaden en el comunicado, la familia tuvo que escuchar de dirigentes del Gobierno autonómico que tuvieran «mucho cuidado» con lo que decían a los medios de comunicación». También reprochan al propio Urkullu que declarara que «la administración no tiene ninguna responsabilidad en lo sucedido. La responsabilidad es de Verter Recycling y de Excavaciones y Construcciones Joaquín Beltrán».
«La desalmada cobardía del clásico “echarle la culpa al muerto” , enterrado indefenso bajo la basura, colma los límites de cualquier tolerancia y se califica por sí misma», lamentan en la nota. En este sentido, inciden en que «no se trata solo de empatizar», ni de estar «a la altura institucionalmente». «Se trata de humanidad, de respeto, de decencia», sentencian.
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