Los ertzainas de Zaldívar, expuestos y sin controles médicos

Ertzainas encargados de las labores del vertedero vizcaíno exigen que se les realicen pruebas para la detección de tóxicos

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Más de 300 agentes de la Brigada Móvil de la Ertzaintza han prestado servicio en las inmediaciones del vertedero de Zaldívar desde aquel fatídico 6 de febrero en el que Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze quedaron sepultados bajo toneladas de escombros. Las labores de búsqueda de los cuerpos fuerzan a los policías a exponerse a los tóxicos que emanan de los residuos con el consiguiente riesgo que ello supone para su salud. Hay quienes ya padecen las consecuencias de trabajar en suelo contaminado, e incluso se ha producido un caso de baja laboral por intoxicación, según ha podido saber este periódico. Muchos ertzainas, sin embargo, desconocen todavía cuál es su estado: «Han pedido de forma activa una prueba específica para la detección de partículas de amianto y a día de hoy se les ha dicho que no», denuncian desde el sindicato Si.P.E.

La central de la Policía autonómica advierte de que «prácticamente la totalidad» de la plantilla de la Brigada Móvil «ha pasado por Zaldívar» sin que se les haya realizado a los agentes el reconocimiento necesario. Una situación que también atraviesan efectivos de Tráfico, Rescate e investigadores «que estuvieron al principio sin ningún tipo de medidas». «No podemos olvidarnos de ellos» , apunta Juan Carlos Saenz, secretario de organización de Si.P.E.

Sin «material adecuado»

La incertidumbre se apodera de los policías que trabajan desde hace ya dos meses y medio para recuperar los cuerpos de las víctimas. Algunos incluso se han dirigido personalmente al Departamento que dirige Estefanía Beltrán de Heredia para reclamar exámenes médicos «específicos»: «Además de a amianto he estado expuesto a dioxinas y furanos, lo que conlleva un alto riesgo para mi salud ya que no se aplicó ningún tipo de protocolo cuando estuve en la zona del suceso», advierte en su denuncia uno de los ertzainas destinados a Zaldívar, que recrimina a la administración que tampoco se les dotara «de material adecuado para trabajar en la citada zona» .

En otra misiva dirigida a la consejera vasca de Seguridad, un miembro de la Policía autonómica incide en que desde que el 6 de febrero se derrumbara el vertedero «se han producido deficiencias en el material» que se les ha ido facilitando «para evitar la contaminación por amianto, dioxinas y furanos». También este último teme por su integridad física, dado que durante todo este tiempo ha estado «realizando servicio» en la zona junto a sus compañeros.

Desde Si.P.E insisten en que no se entiende la postura de la administración cuando de hecho hay ya un agente que se encuentra de baja laboral debido a su exposición a los tóxicos de Zaldívar. Se trata de un varón de 52 años que estuvo el primer día del desprendimiento del vertedero «sin exposición» y también el 15 y el 16 de febrero. «Tras los cuales refiere tos, picos de garganta y flema blanquecina con cefalea y sensación de taponamiento», se apuntó en el informe médico al que ha tenido acceso ABC.

«No hay motivo para aplicar el protocolo»

Consultado a este respecto por ABC, el Departamento de Seguridad ha explicado que «ni Osalan ni inspección de trabajo han visto en ningún momento motivo alguno para aplicar el protocolo de trabajadores expuestos a amianto». «Los y las ertzainas no son en sus funciones, tampoco quienes trabajan ahora en las labores de vigilancia del vertedero, trabajadores o trabajadoras expuestas al amianto , a no ser que por circunstancias que desconocemos lo sean en algún ámbito de su vida privada, particular», aseveran desde el área que dirige Estefanía Beltrán de Heredia.

El Departamento apunta que «desde el mismo momento en el que se advirtió a los servicios de emergencias que participaban en el operativo de búsqueda de la existencia de material de obra con amianto entre los residuos» se tomaron dos medidas «inmediatas». La primera de ellas, la referente a la «prevención, limpieza y descontaminación» propuestas por los técnicos de Osalan, que afecta al cuerpo, los uniformes, los materiales y vehículos. Según este Departamento, «se contactó y habló con todo el personal que estuvo en la zona».

«Por otra, también se decidió la contratación inmediata de la empresa IGR (especializada en el tratamiento del amianto), en la misma madrugada del día 7 de febrero, para que asesorara al Departamento en la aplicación de medidas de prevención y protección —destacó—. Es también la empresa encargada de realizar las mediciones medioambientales necesarias para detectar presencia de partículas de amianto en el entorno del vertedero. Todas las mediciones realizadas desde entonces han sido negativas ».

El Departamento destaca por otra parte que «todas las personas que participaron en las primeras ocho horas del operativo de búsqueda en superficie se les ofreció desde el primer momento la posibilidad de efectuar reconocimientos médicos que constan de anamnesis (historia médica, en este caso, el tiempo de exposición, donde estuvieron…antecedentes, hábitos …), inspección, auscultación (cardíaca y pulmonar), espirometría, analítica general, incluida la hepática... ). Medidas, subraya, «que se ofrecieron aun cuando no había ninguna recomendación específica por parte de las autoridades legales».

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