Crece el temor a una cascada de cierres industriales en el País Vasco
Son ya varias las industrias que están aplicando paradas temporales debido a la falta de suministros y al alto precio de la energía
Según el último observatorio de la organización empresarial alavesa, SEA, el 93% de las empresas de Álava están notando los efectos de la guerra de Ucrania. U na de cada tres reconoce, además, que está abocada a cerrar si la huelga de transportes continúa y no se contiene la escalada del precio de la energía. Los datos corresponden únicamente a una provincia, pero suponen una radiografía acertada de la situación que vive la industria vasca, con paros y cierres de empresas multiplicándose día a día.
La ferroviaria CAF ha sido la última gran empresa en anunciar un paro parcial de su actividad. La huelga de transportes está provocando que no lleguen suficientes componentes, lo que le obligará a parar desde este miércoles la mayoría de las actividades de las dos plantas que tiene en Guipúzcoa. En un comunicado ha reconocido que la parada afectará a «una parte muy importante de su plantilla» y que los trabajadores tendrán que recuperar más adelante las horas. El comité de empresa cree que la decisión no es proporcionada y no descarta acudir a los tribunales .
La huelga también ha incrementado los problemas que ya tenían las empresas de automoción para recibir los microchips que necesitan en sus cadenas de montaje. El problema de suministros obligó a la planta de Mercedes en Vitoria a parar su producción el lunes. La previsión es que los tres turnos de trabajo puedan regresar a sus puestos lo que queda de semana. En la planta de Michelín , también en Vitoria, mantienen todas las cautelas. Hoy están trabajando pero miran con mucha atención la llegada de nueva mercancía porque la falta de componentes les ha obligado a parar la producción dos fines de semana este mes.
No solo el sector de la automoción, prácticamente todas las empresas reconocen que están haciendo un seguimiento «hora a hora» de la llegada de los pedidos y que las planificaciones se van adecuando a las circunstancias en cada momento. Sin embargo, para algunos sectores realizar estas paradas de producción no resulta tan sencillo.
Parar un día lastra la producción de meses
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, de visita ayer en Bilbao, recodaba que para la industria siderúrgica o la electrointensivista , por ejemplo, realizar una parada de un día podría suponer lastrar la producción de todo un ejercicio . De ahí la preocupación que ya existe en muchas fundiciones. Desde la Federación Española de Asociaciones de Fundidores advierten que el sector atraviesa una situación «crítica» que podría poner «en entredicho» su futuro.
Son, de hecho, varias las fundiciones que han tenido que cerrar ante la imposibilidad de asumir el alto coste de la energía. Arcelor Mittal , una de las más importantes del sector, ha retomado hoy la actividad en su acería de Sestao, Vizcaya, después de casi dos semanas parada. Su planta de Guipúzcoa no ha llegado a parar, pero fuentes empresariales explican que se está trabajando «de forma intermitente» y aprovechando las franjas horarias en las que la energía es más barata.
Sidenor , otro de los emblemas de la industria vasca, también ha tenido que suspender la actividad en los últimos meses debido al alto coste de la energía, y ahora mira con preocupación la llegada de chatarra, un componente básico para su fabricación. Papresa , papelera vasca centenaria que emplea a 200 personas, también lleva días parada porque no tiene existencias de papel.
«Está en peligro el futuro de muchas empresas y sus trabajadores », resume en un comunicado la Cámara de Comercio de Bilbao esta mañana. Consideran que «en un momento en que parecía que podían levantar cabeza», el paro de transportes está «estrangulando» la cadena de producción. De hecho, advierten del riesgo de que «las reivindicaciones de unos puedan llevar a la ruina de otros» .