Condenado a seis meses de cárcel por decirle «qué asco me das» a Consuelo Ordóñez

En noviembre de 2021 la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez , denunció públicamente haber sufrido una de las situaciones «más violentas» de su vida. Había acudido a Pamplona para seguir la XIX Jornada Anual de Covite y ya por la noche varios de los participantes buscaron un ambiente algo más distendido en el conocido bar Gaucho ubicado en el Casco Viejo de la capital navarra. En un momento dado, un hombre se giró y le empezó a increpar tal «odio» , que Ordóñez llegó a temer por su integridad física.

El agresor en cuestión era un pamplonés de unos 46 años, que según Covite esataría relacionado con el movimiento Amnistia eta Askatasuna (ATA) , amnistía y libertad en euskera. Se trata de uno de los sectores críticos dentro de la izquierda abertzale, que se muestra favorable a recuperar la «lucha» en las calles porque considera «tibia» la actual posición de EH Bildu.

Según el relato del fiscal, este individuo se encontraba también en ese mismo local, cuando reconoció a Ordóñez, se giró y a pocos centímetros le espetó gritando: «Me voy de aquí porque me das un asco, tía . Yo soy de aquí de toda la vida». Para la fiscalía no hay dudas de que comenzó a increpar a la presidenta de Covite «movido por el desprecio y la animadversión» debido a su posición ideológica y cree que sus expresiones tenían como objetivo «menospreciarla y humillarla» .

Por todo ello, solicitaba para el acusado una pena de un año de prisión por un delito de odio , que según el Código Penal estaría incluido también como un delito que atenta contra los derechos fundamentales. Pedía además, una multa de 2.160 euros así como la inhabilitación para ejercer labores educativas.

Finalmente el acusado ha aceptado declararse culpable por un delito contra la integridad moral y aceptar una pena de seis meses de cárcel . El pacto ha sido posible después de que se haya descartado durante el proceso la imputación de un delito de odio.

Consuelo Ordóñez en sus redes sociales se mostró especialmente dolida con la sensación de soledad que había sufrido al comprobar que a pesar de estar en un bar abarrotado, nadie hizo nada , «ni siquiera viendo que la agredida era una mujer», lamentó. En su opinión, la escena era una muestra más de la «normalización del odio» que se vive aún en las calles del País Vasco y Navarra.

La presidenta de Covite denunció los hechos pero todos el procedimiento se ha realizado a instancias de la fiscalía porque finalmente optó por no personarse en el procedimiento judicial. Por eso esta mañana ha tenido un agradecimiento especial para el juez y el fiscal. «Una noticia buena que tengo que celebrar hoy y que me hace mucha ilusión», escribía en Twitter.