Carlos Iturgaiz
La línea roja infranqueable
Hoy se cumplen 20 años del asesinato del concejal de Durango Jesús María Pedrosa a manos de ETA
Hoy se han cumplido veinte años del asesinato a manos de los criminales de ETA, de mi compañero y amigo Jesús María Pedrosa, concejal del Partido Popular en la localidad vizcaína de Durango.
Son veinte años de calvario para su familia, el mismo terrible dolor y pena que sufren las cientos y cientos de familias que son víctimas del terrorismo por culpa de las alimañas etarras en nuestro país; y de dolor también para su familia política la del Partido Popular vasco, a quienes la cicatriz de la herida de nuestros compañeros y amigos asesinados nos sigue supurando.
Han pasado una veintena de años en los que el País Vasco y el resto de España hemos aprendido una lección, que el aislamiento de los terroristas y de quienes les jalean fue una de las mejores decisiones que se pudo tomar.
Aprendimos a hacer política para el conjunto de los vascos sin ellos. Aprendimos que la mejora en la economía, la educación, y la convivencia pudo ser posible sin ellos.
Pero lamentablemente hay partidos que una vez ETA dejó de matar, se apresuraron en una loca carrera a blanquear a los Otegi y sus acólitos, y a perdonarles que no condenaran el terrorismo. La exigencia democrática permaneció estéticamente en las formas pero desapareció del fondo.
Y así llegamos a nuestros días. Veinte años después de que ETA asesinara a Pedrosa y los batasunos no lo condenaran, hoy siguen sin hacerlo; pero además veinte años después siguen sin condenar ni el acoso terrorista a las sedes de los partidos políticos en el País Vasco, ni el acoso a políticos, ni el repunte de la «kale borroka», etc...
Pues bien, veinte años después los partidos del arco parlamentario vasco, excepto el Partido Popular tienen pactos con Bidu o incluso sueñan con tenerlos. Urkullu y el PNV acuerdan con Bildu un nuevo estatus intentando hacer vascos de primera (los nacionalistas) y vascos de tercera (los constitucionalistas) y cuya desescalada la impulsarán Urkullu y Otegi durante la próxima legislatura.
Pedro Sánchez y Otegi pactan la retirada de la reforma laboral con el aplauso de los dirigentes socialistas vascos y el sonrojo de los votantes socialistas. Podemos se arrodilla ante Bildu y le suplica un acuerdo, cualquier tipo de acuerdo.
Y ante esta bochornosa realidad sólo la coalición PP+Cs renovamos hoy nuestro compromiso de no pactar, ni firmar, ni acordar nada con Bildu. Nada tenemos que pactar con quien nunca condenará a ETA y siguen justificando la violencia. Es una línea roja infranqueable para nosotros, y lo incomprensible es que quien sufre los ataques de los seguidores de ETA quieran seguir pactando con ellos.
Por es desde la coalición PP+Cs pensamos que es posible y sobre todo necesario hacer política sin los herederos de ETA, y propongo que las fuerzas políticas democráticas nos comprometamos a no pactar, ni acordar, ni firmar nada con los herederos de ETA.
Yo lo hago, y es mi compromiso publico. Los vascos tienen mi palabra de que no pactaré, ni acordaré nada con el brazo político de los proetarras, con Bildu; y además emplazo a los socios PNV y PSE, a Urkullu y Mendía a decir lo mismo.