Bilbao se consolida como destino turístico
Los visitantes se sienten atraídos por el clima, el paisaje y la gastronomía que ofrece la tierra vasca, pero también tienen en cuenta aspectos más «cotidianos» como la calidad de su sistema sanitario

Bilbao se consolida como uno de los destinos más valorados por los turistas de países extranjeros, en especial de Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos. Los visitantes se sienten atraídos por el clima, el paisaje y la gastronomía que ofrece la tierra vasca, pero también tienen en cuenta aspectos más «cotidianos» como la calidad de su sistema sanitario o las facilidades a la hora de obtener un visado. La transformación cosmopolita de la capital vizcaína es un hecho, lo que paralelamente ha provocado que se convierta en sede de eventos de proyección internacional.
Es inevitable hacer mención a la Eurocopa de fútbol. Cuatro partidos del torneo se disputarán el próximo julio en el estadio de San Mamés, lo cual atraerá a miles de personas hasta Bilbao. El escaparate alcanzará dimensiones globales, aunque el abanico de opciones que ofrece la ciudad no se limita al ámbito deportivo. La comida, la cultura e incluso la cercanía del mar, al que se puede ir en metro, son otros atractivos de los que dispone la Villa, que afronta este 2020 como un año de consagración a nivel de imagen exterior.
«Bilbao ha vivido una gran transformación y eso ha hecho que se convierta en una ciudad cosmopolita», señala la viceconsejera de Turismo y Comercio del Gobierno vasco, Isabel Muela , quien destaca que la localidad «ha sabido combinar tradición con modernidad». «Hay cosas que son de capital pero a la vez se mantienen muchas tradiciones: la Semana Grande, las fiestas de Begoña…», explica. Consultada sobre qué cree que buscan los turistas, ella considera que es «autenticidad». «Nosotros ofrecemos vivencias, experiencias -afirma-. Tenemos una cultura ancestral que gusta mucho».
Incide la viceconsejera en que la de Bilbao «es una ciudad viva» cultural y socialmente, lo que se une además a su clima suave y a la cercanía del mar. «Todos esos componentes construyen una gran ciudad», sentencia.
Cultura y ocio
Los museos tienen un peso sustancial en el auge turístico de Bilbao. De hecho, la transformación de la ciudad se atribuye entre otros factores a la construcción del Guggenheim hace ahora 22 años. En 2019, la célebre pinacoteca recibió 1.170.000 visitas, gran parte de las cuales procedentes de Francia, Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos e Italia. Continúan abiertas al público exposiciones que han gozado de gran acogida como la relativa a las obras maestras de la Kunsthalle Bremen, las escenas audiovisuales de Jesse Jones o las imágenes de Thomas Struth. También procedían del exterior más de dos de cada diez de los 250.000 visitantes del Bellas Artes, otra de las insignias de la ciudad, que comparte protagonismo con centros como el Azkuna Zentroa (Alhóndiga) o el museo marítimo.
Apartado propio tiene el tema culinario. Porque el comer es una cuestión muy seria en el País Vasco, tierra de la que han emergido algunos de los chefs de mayor renombre de España. En Bilbao tienen «casa» cocineros de la talla de Eneko Atxa (Eneko Bilbao, Azurmendi), Martín Berasategui (Ola), Josean Alija (Nerua Guggenheim) o Fernando Canales (Atelier Etxanobe). Para el aperitivo, los tradicionales «pintxos» se dan por supuestos en bares y tabernas que proliferan por el Casco Viejo y la zona centro.
A ello se une la belleza del paisaje. Rodeado de montes, Bilbao alberga parajes emblemáticos de su época industrial que se fusionan con infraestructuras más modernas. Un paseo por la Ría, ir de compras a la Gran Vía o disfrutar de una velada en el parque de Doña Casilda o visitar la Catedral de Santiago son algunos planes a tener en cuenta durante las visitas a la Villa.
Retiro «dorado»
Todos estos detalles hacen que la localidad vasca sea también un lugar interesante para disfrutar de la «edad dorada». La revista Forbes, de hecho, no duda en recomendar Bilbao como hogar tras la jubilación. La publicación estadounidense la incluye entre los 25 mejores destinos para pasar la postrera etapa de la vida junto a la Costa del Sol y la Costa Azahar. Esa «soleada España» que llama al confort y que además es «más barata» que otros puntos de Europa.