El PNV aspira a un nuevo estatus que reconozca «la identidad nacional» vasca «dentro del marco legal»
Propone reformar el Estatuto, con más autogobierno y más competencias, y someterlo a una consulta
En un documento de 70 páginas, «sin líneas rojas» y para «varias generaciones», el PNV recoge su propuesta para la ponencia de autogobierno del Parlamento vasco , que ha registrado este martes en la Cámara de Vitoria, al igual que el resto de grupos . Un texto que articula las intenciones de los nacionalistas de cara a sentar las bases de una hipotética revisión tanto del Estatuto de autonomía como del sistema de autogobierno.
A grandes rasgos, reconocimiento de la «identidad nacional» y del «derecho a decidir» , un mayor abanico de competencias exclusivas, un sistema de bilateralidad con el Estado, una actualización del Concierto económico y, finalmente, la reforma del Estatuto, a poder ser sometida a consulta habilitante.
En un contexto político marcado por el desafío secesionista en Cataluña, el PNV se ha cuidado de dejar claro en su propuesta que «el proceso de actualización del autogobierno vasco se deberá desarrollar con respeto al principio de legalidad , dentro del marco legal, adecuándose a los procedimientos establecidos en el bloque de la constitucionalidad». «No se trata de una opción de ruptura ni de la búsqueda de la independencia», afirman desde las filas «jeltzales». Aseguran, en cambio, que sientan unas bases para alcanzar eso que, con Urkullu a la cabeza, han venido a denominar «nuevo estatus político», mediante un acuerdo primero entre vascos y después con el Estado.
A partir de ahí, el PNV plantea que se reconozca que « el pueblo vasco o Euskal Herria es un pueblo con identidad propia en el conjunto de los pueblos de Europa», y que se plasme también, en un hipotético «acuerdo de actualización del autogobierno vasco», la «identidad nacional del pueblo vasco».
Un «pueblo» que consideran que «constituye un sujeto jurídico y político con derecho y capacidad para decidir sobre su futuro , a ser consultado y a que su voluntad democráticamente expresada sea respetada». En este punto, para articular dicho «derecho de decisión», el PNV plantea o bien una «reforma constitucional» o que se tome como «punto de partida» la «disposición adicional primera de la Constitución Española».
Más competencias
Otro de los puntos clave para los «jeltzales» es el de las competencias. Ponen sobre la mesa una «renovación» ante lo que, en su línea, definen como «enormes fracturas que el Estado ha producido». En definitiva, más competencias y de forma exclus iva, en materias como cultura, lengua y educación, seguridad pública, sistema financiero y tributario, sanidad y vivienda y relaciones laborales.
La relación con el Estado, dentro del planteamiento que formula el PNV, pasaría a ser de «bilateralidad». Una relación de igual a igual . «El vigente sistema determina (...) una total y absoluta subordinación de la comunidad de Euskadi al Estado», reza el documento elaborado por los nacionalistas». Su idea es que esa relación «bilateral» se inspire en el sistema del Concierto económico. Sistema que, a su vez, en Sabin Etxea anhelan someter a una «actualización».
Finalmente, una vez concluido el trabajo de la ponencia de autogobierno, que el PNV impulsó a finales de 2013, considera este partido que «se deberá propiciar la divulgación de la propuesta de bases y la participación ciudadana al respecto». En último término, todos estos planteamientos desembocarían en una « reforma del actual Estatuto de Autonomía que deberá refrendar el Parlamento vasco».
«Consulta habilitante»
Aquí es donde, además, desde el PNV se traza la siguiente pretensión: «Consideramos conveniente que dicho proyecto de reforma estatutaria pudiera ser sometido, antes de iniciarse su tramitación ante las Cortes Generales, a una consulta habilitante por parte de la ciudadanía vasca », bien mediante una reforma de la ley o tras un hipotético acuerdo con el Gobierno central.
Una propuesta, la del PNV, que se someterá al debate en el Parlamento, junto a la del resto de los grupos, a partir del próximo viernes. Los «jeltzales» creen que se pueden sentar las bases para un futuro texto articulado antes de que concluya la legislatura actual , a pesar de que antes de final de año deberán convocarse elecciones autonómicas.
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