De nuevo en vilo contra el fuego

Observamos a un bombero atacar las llamas desde la carretera. El fuego va adquiriendo altura y las labores de tierra son apoyadas por sucesivos vuelos de un hidroavión y de varios helicópterosCuando consiguen aminorar la virulencia, los bomberos forestales se adentran en la espesura. Son los momentos más críticos del fuego declarado en A Cañiza el fin de semana. También en Pontevedra, los vecinos de la comarca de Arbo se emplearon a fondo junto a bomberos y brigadas para que el fuego no alcanzara ninguna vivienda."Aquí tuvimos suerte,, no llegó, pero fue milagro", explica un paisanoLas dos zonas que han ardido estaban en alerta naranja por calor y en ambos casos hay indicios de intencionalidad"Por desgracia volvemos a la práctica habitual de incendios provocados", ha declarado Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia.Mientras se busca a los culpables se hace balance de daños en el monte quemado, entre tareas de vigilancia y refresco para evitar que el fuego continúe devorando el paisaje gallego.