Pactos postelectorales
El PSN pone en bandeja el acuerdo de Gobierno a nacionalistas y podemitas
Ayer se reunieron durante media hora para comprobar que «hay mucha sintonía»
No esperaron ni a mostrar al presidente del Parlamento de Navarra si hay predisposición para que la socialista María Chivite sea investida presidenta del Gobierno de Navarra. El PSN convocó ayer a Geroa Bai, Podemos e Izquierda Ezkerra para entregarles un documento sobre el que trabajar un posible Acuerdo Programático.
El encuentro apenas duró media hora y a la salida todo fueron sonrisas. «El PSN se muestra optimista y ve voluntad de acuerdo en las cuatro formaciones que han comenzado a negociar con base en un documento que ya incorpora medidas del resto de formaciones y de la propia acción del actual gobierno», explicó el secretario de organización del Partido Socialista de Navarra, Ramón Alzórriz a la salida.
Se trata de algo más que un documento. De hecho, consta de 40 páginas y una más que ya está preparada para acoger la firma del resto de formaciones. Como si no esperara a que Geroa Bai , Podemos o Izquierda Ezkerra realicen sus aportaciones.
Guiño al cuatripartito
Los portavoces de los demás grupos parlamentarios, justamente tres de las fuerzas que conformaron el cuatripartito la pasada legislatura y que tan criticados fueron por los socialistas, aportaron más datos sobre el contenido del documento entregado. «Contiene propuestas que ya venían recogidas en el Acuerdo Programático del cuatripartito de 2015, lo que da muestra que hay intención de continuidad en las políticas », explicó el portavoz de Podemos, Mikel Buil . Pero también incluyen propuestas recogidas de los programas electorales con los que Geroa Bai, Podemos e Izquierda Ezkerra se presentaron a las elecciones del pasado 26 de mayo. En definitiva, se trata de un documento hecho a medida del cuatripartito para que éstos no puedan decir que no. Parece que los socialistas tuvieran prisa por alcanzar un acuerdo que garantice la presidencia del Gobierno de Navarra antes de que las necesidades de Pedro Sánchez de cara a su investidura pudieran echar al traste el pacto de Navarra.
No obstante, los demás grupos presentes en la reunión se encargaron de echar un poco de agua fría sobre el posible acuerdo. «Una de las partes más importantes es tasar los desacuerdos, para que aquellos puntos en los que vamos a tener diferencias no desgasten la acción de gobierno », explicó Mikel Buil.
El portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez , explicó que en los próximos días continuarán las reuniones para que cada uno explique sus aportaciones al texto socialista. «Seguramente será ya después de Sanfermines cuando le demos la forma definitiva al Acuerdo Programático», calculó Martínez, lo que pugnaría con la posible investidura de Pedro Sánchez si se tiene en cuenta que las fiestas de San Fermín se celebran entre el 6 y el 14 de julio. Koldo Martínez incluso no se atrevió a confirmar que el posible acuerdo con los socialistas se firme en el mes de julio. « Ya veremos », se limitó a contestar a los periodistas.
Ni tan siquiera parece que Bildu vaya a ser un problema de cara a la investidura de María Chivite. La portavoz de Izquierda Unida, Marisa de Simón , le quitó importancia al supuesto veto de los socialistas porque «los acuerdos con Bildu se tienen que dar cada día como se han dado a lo largo de toda la legislatura pasada».
Ella misma se ofreció a actuar de interlocutora. «Estaremos en contacto con nuestros compañeros de EH Bildu porque tiene que ser un acuerdo de 26», el número de parlamentarios mínimo para que las leyes sean aprobadas. De esta forma, con interlocutores entre socialistas y abertzales, no es necesario un contacto directo entre ambas formaciones. Ya lo demostró Geroa Bai en la formación de la Mesa del Parlamento de Navarra el pasado jueves cuando forzó a los socialistas a permitir la entrada de Bildu.
También Izquierda Ezkerra o cualquier formación del pasado cuatripartito puede hablar tranquilamente con los abertzales para trasladarles su posición en las leyes que se tendrán que aprobar durante los cuatro próximos años en caso de que haya un acuerdo final.
De esta manera, aunque Bildu diera la abstención de forma gratuita a María Chivite, lo que la encumbraría en presidenta, podrá influir durante toda la legislatura y manejar los presupuestos de Navarra a su antojo.
Porque los socialistas no hicieron ni pronunciar la palabra Bildu. Se escudan en que «no hay ni habrá contactos ni acuerdos», pero tampoco los necesitan para estar a sus órdenes. Con los abertzales no ponen el mismo empeño que ponen en desacreditar a Navarra Suma, la formación constitucionalista formada por UPN , PP y Ciudadanos , que ganó con claridad las pasadas elecciones autonómicas.
Para el PSN, los constitucionalistas utilizan el dolor causado por ETA por reprocharles que busquen un Gobierno con el beneplácito obligatorio de Bildu, formación liderada por los herederos de Herri Batasuna que todavía no han condenado ni reprochado los asesinatos de cargos socialistas.