La socialista María Chivite gana la presidencia de Navarra gracias a Bildu

El PSOE consuma su traición al constitucionalismo y consigue el Gobierno foral con el voto indispensable de cinco batasunos

La secretaria general del PSN-PSOE, María Chivite, EFE | Vídeo: AT

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La decepción, no por esperada, fue menor. Cuando pasaban 28 minutos de las siete de la tarde, el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Huald e (Geroa Bai), ha proclamado presidenta del Gobierno foral a la socialista María Chivite . En ese momento se ha consumado la traición del socialismo navarro, con el amparo del secretario ejecutivo de Coordinación Territorial, Santos Cerdán, como representante de la dirección nacional del PSOE, al constitucionalismo. El voto indispensable de cinco parlamentarios de Bildu ha entregado a María Chivite el sillón presidencial del Gobierno de Navarra.

Lo dijo la propia portavoz abertzale, Bakartxo Ruiz , en el debate de investidura el jueves, « la sociedad navarra nos ha dado la llave para condicionar, más allá de la investidura, lo que el Gobierno puede hacer a lo largo de la legislatura, y hemos decidido hacer uso de esa llave». Cinco minutos después de la proclamación, lo ha reiterado el otro líder abertzale, Adolfo Aráiz, «estaremos vigilantes desde la oposición ante lo que haga el Gobierno». Y continuó con amenazas: «Bildu será contundente cuando sea necesario y constructivo cuando sea necesario». Y todos sabemos en que se transcribe la contundencia de la izquierda abertzale.

Bildu, satisfecho

Pero no todo iban a ser amenazas. En el fondo, los abertzales están satisfechos de la elección de María Chivite , porque es la mejor presidenta para imponer sus políticas. Por eso, le ha invitado a «demostrar que es capaz de pasar de las palabras a los hechos». Porque el jueves, María Chivite ya apuntó a que dialogaría y negociaría con los abertzales «una vez que pase el fragor de la investidura».

Pero de todos es sabido que lo de estar en la oposición no es más que un eufemismo de cara a sus propias bases. Bildu no estará en la oposición . Tampoco estará en el Gobierno. Se sitúa en un plano superior porque sabe que el Gobierno de Navarra no puede hacer nada sin su visto bueno. Ni tan siquiera María Chivite habría sido presidenta de Navarra si su consentimiento.

En la votación, tal y como estaba previsto, Bildu le dio a los socialistas cinco abstenciones, las justas y necesarias para que Chivite pudiera ser proclamada presidenta. Los otros dos votos con que cuenta Bildu en el Parlamento de Navarra fueron negativos como una forma de dejarle claro a la socialista que su gobierno y sus políticas están en manos abertzales, que en el momento en que quieran, esas cinco abstenciones se pueden convertir en votos negativos y echar al traste todo lo que intente el nuevo Gobierno de Navarra.

Fue una decisión de partido . Cinco parlamentarios abertzales escribieron un «abstenzioa» en sus papeletas. Otros dos inscribieron un escueto «ez» (no) en la suya. Pero a la hora de votar, se juntaron las siete papeletas en el hueco que quedaba entre el escaño de los dos líderes de la formación, Bakartxo Ruiz y Adolfo Aráiz, y cada parlamentario cogía una papeleta aleatoriamente, de manera que nadie sabe quién ha concedido los dos votos negativos.

También los socialistas, y en especial, su secretaria general y nueva presidenta del Gobierno, María Chivite, sabe de la dependencia total y absoluta de Bildu . Pero siempre lo negará para no contradecir su decisión de no hablar con ellos. Y por eso mismo, ni Bakartxo Ruiz ni Adolfo Aráiz se acercaron a Chivite para felicitarla en el momento de su proclamación. Aunque ya estaba todo hecho, había que evitar la foto de los líderes abertzales felicitando a la socialista. Por eso han enviado al representante del sector menos radical de Bildu, Mayorga Ramírez, coordinador de Eusko Alkartasuna en Navarra.

«Una vergüenza»

María Chivite es conocedora de esa dependencia de Bildu, y no quería evidenciarlo con un saludo, no quería dar más motivos de avergonzarse. El mismo portavoz de Navarra Suma, Carlos Pérez Nievas, de Ciudadanos, ha considerado que «la investidura de hoy es una auténtica vergüenza y una traición al pueblo de Navarra». El presidente de UPN, Javier Esparza , se lo recordó el jueves a María Chivite, «Navarra no es una comunidad socialista como gritaron ustedes el 26 de mayo. Lo que es Navarra es una comunidad constitucionalista , porque ha conseguido 31 de los 50 diputados. Sin embargo, usted prefiere irse con el nacionalismo que tiene 16 representantes entre Geroa Bai y Bildu. Entrega Navarra al independentismo ».

Y también el partido socialista es una formación constitucionalista a pesar de que sus dirigentes se hayan entregado a los nacionalistas. No hay que olvidar que el Partido Socialista de Navarra obtuvo en las pasadas elecciones forales 11 representantes. Sin embargo, los nacionalistas lograron los 16 que suman Geroa Bai con 9 y los y de Bildu. Con lo cual, todas las políticas que pretenda llevar a cabo María Chivite tendrán el respaldo de una mayoría nacionalista .

Porque Geroa Bai ya avisó a María Chivite el pasado 9 de julio: «No pretenderá ser investida con nuestros votos y luego hacer una política de gobierno adecuada a la derecha de Navarra Suma». Y es que con los constitucionalistas , el PSN habría obtenido una mayoría superior , con 31 escaños, frente a los 23 que sumó ayer, más los 7 «escondidos» de Bildu.

El PSN pasó de invitar a Navarra Suma a dialogar el 8 de julio a negar cualquier contacto con «la derecha más rancia» el 16 de julio. ¿La diferencia? La imposición de Bildu .

Pero no todo se quedó en el terreno navarro. Todo lo sucedido en el Parlamento de Navarra tendrá repercusión en el ámbito nacional. Y más concretamente en el Congreso de los Diputados. Porque el PNV ya avisó que lo que sucediera en Navarra influiría en la investidura de Pedro Sánchez . Al fin y al cabo, los nacionalistas vascos cuentan con seis diputados que son esenciales para que el presidente del Gobierno en funciones sea investido como tal.

El abrazo de Ferraz

Y por eso, el presidente del PNV, Andoni Ortúzar , ha acudido hoy a Pamplona para estar bien vigilante, y también presente en la investidura de María Chivite. De hecho, en la bancada de los invitados había más representantes de la formación nacionalista que de los socialistas . Por parte de los socialistas, tan solo estaba el secretario ejecutivo de coordinación territorial, Santos Cerdán, que es navarro y el principal manidor del acuerdo de Navarra desde la calle Ferraz de Madrid. De ahí el abrazo intenso que se ha dado con la ya presidenta.

Después de lo ocurrido en el Parlamento de Navarra, Pedro Sánchez ya ha ganado seis votos para su investidura . Y Navarra ha ganado el yugo constante de Bildu sobre sus cabezas.

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