Víctimas de ETA
Los radicales impiden un homenaje tan sencillo como un ramo de rosas a una víctima de ETA
Hoy se cumplen 40 años del asesinato del que fuera alcalde de Echarri Aranaz, Jesús Ulayar
Unos pétalos de rosa por el suelo. Algo tan insignificante, algo tan desapercibido, algo en lo que casi nadie se fijaría, en localidades como la navarra de Echarri Aranaz se convierte en algo terriblemente simbólico de lo que todavía se vive en algunas localidades de Navarra y del País Vasco.
Con un ramo de flores, una simple rosa, se puede expresar muchas cosas. “Papá, te recordamos”, “papá, te echamos de menos”, o se puede decir lo más bonito que se puede decir a una persona, “papá, te queremos”. Pero ni el recuerdo, ni la añoranza ni el amor caben en el corazón de los radicales que todavía pueblan Echarri Aranaz. Porque alguien no quiere que ni esos sencillos y universales sentimientos pueda expresar la familia Ulayar hacia su padre, Jesús Ulayar, asesinado por la organización terrorista ETA hoy exactamente hace 40 años.
En la noche de ayer, uno de los hijos dejó un ramo de flores en la casa familiar en la localidad navarra para recordar el aniversario. Esta mañana el ramo ya no estaba y sólo se podía contemplar el rastro de unas rosas destrozadas y esparcidas por el suelo, un camino de pétalos como si de un reguero de sangre se tratara . Un gesto tan sencillo, tan simple, tan fácil, tan bonito como dejar una flor en la puerta de una casa, despierta en algunos todo el odio, toda la maldad que mantiene en sus entrañas.
Y ese odio hace todavía más fuerte, más valiente y más heroico en una localidad como Echarri Aranaz, un gesto tan evidente, tan normal en el resto del mundo como recoger, siempre de forma anónima, por supuesto , lo que queda de ese ramo de flores destrozado. Porque, aunque se tengan que esconder del odio, en la localidad de la comarca de la Barranca todavía hay personas que conservan la valentía y la bondad que llevó a Jesús Ulayar a ser objetivo de los asesinos.
40 aniversario
La familia Ulayar se ha acercado esta tarde al cementerio de la localidad de Echarri y, en silencio, en la intimidad, pero todos juntos, han honrado la memoria de su padre, de Jesús, en el día en que se cumplen 40 años desde que un terrorista, un vecino, descerrajó cinco disparos sobre una persona que no había hecho ningún mal , que todo lo que había trabajado en su vida fue en beneficio y prosperidad del pueblo. Un delito demasiado grave para quien nada tiene en su interior.
Y es que los Ulayar tienen que trasladarse hasta la localidad si quieren visitar a su padre. Porque hace ya años que los radicales decidieron que no podían vivir en el pueblo. Porque los que asesinaron al padre de familia con la cobardía de un rostro cubierto viven tranquilamente en la localidad , sin que nadie les diga nada, sin que nadie destroce las flores que nunca tendrán la mínima conciencia para colocar.