Navarra

Los okupas abertzales pedían diálogo mientras “preparaban un búnker perfectamente pertrechado”

La presidenta Barkos explica algunos detalles de cómo se preparaban los radicales para resistir

El Gobierno de Navarra utilizó containers para vaciar todo lo que habían dejado los radicales Pablo Ojer

Pablo Ojer

“Un búnker perfectamente pertrechado con material para estar un tiempo, con colchones, agua, unos walkie talkie, y un bidón relleno de cemento con el habitáculo para meter las manos y ejercer un momento de resistencia”. Así se encontró la Policía Foral el palacio del Marqués de Rozalejo, el edificio del centro de Pamplona ocupado por los radicales abertzales para utilizarlo como ‘gaztetxe’, centro juvenil en el que difundir su ideología.

“Es bastante expresivo de la voluntad de diálogo de quienes han decidido hacer de este caso un pulso al Gobierno”, explicó este viernes la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos , en una comparecencia parlamentaria para dar su visión de lo sucedido en las últimas semanas con el desalojo del ‘gaztetxe’.

Barkos recordó que los técnicos del Gobierno de Navarra entraron en el edificio acompañados de la Policía Foral ante la sospecha de que se realizaban obras ilegales en un edificio ya de por sí estropeado por más de un año de ocupación. “Se comprobó que la instalación eléctrica no cumplía ningún punto de la normativa y había acumulación de enseres, productos inflamables y huecos en zonas abiertas sin protección adecuada con riesgo de caída”, además de los elementos antes mencionados propios para resistir la entrada de la Policía.

De hecho, el jueves 17 ya ensayaron con el bidón de cemento al cortar una calle de Pamplona y encadenarse al bidón. Por aquel incidente, días después se produjeron 5 detenciones y 28 personas fueron investigadas por desórdenes públicos.

Dos jóvenes se encadenaron a un bidón el pasado día 17 Pablo Ojer

A pesar de todas las evidencias, socios del Gobierno de Uxue Barkos todavía defendieron la posición de los radicales . En opinión de la representante del sector crítico de Podemos, Laura Pérez, los radicales “están en su legítimo derecho a resistir y defender un espacio que tras dos décadas ellos mismos habían rehabilitado con sus propias manos”.

También el portavoz de Bildu, Adolfo Aráiz, aseguró “discrepar profundamente” de la actuación del Gobierno respecto al palacio ocupado. Aunque insistió en el diálogo porque “lo importante no es el lugar sino la posibilidad de buscar un acuerdo sobre proyectos de autogestión en el Casco Viejo”. Su propia formación política ofreció regalar a los radicales un edificio municipal, el centro Oscus, y los jóvenes okupas lo rechazaron.

Ahora el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, continua las conversaciones para reubicarlos en algún edificio municipal.

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