La mala costumbre de los peregrinos del Camino de quemar prendas y botas al llegar a Fisterra tiene los días contados

Al llegar a Fisterra hay carteles que intentan disuadir a los peregrinos de la mala costumbre de quemar prendas y botas y abandonarlas en ese paraje tan extraordinario. Es basura que acaba en el mar. De momento las advertencias no han servido de nada. Aunque ese sucio ritual que hacen algunos al terminar el Camino de Santiago tiene ya los días contados. Para frenar el despróposito de esta supuesta tradición que nunca ha existido, el Ayuntamiento ha instalado contenedores. Incluso una asociación de zapateros se ofrece a dar soluciones. Los recuerdos del Camino mejor que se los lleven de vuelta a casa. Se trata de evitar entre todos el fin del mundo.-Redacción-