Saddle, la nueva vida del legendario Jockey

El espacio que ocupó el icónico restaurante acogerá un proyecto heredero de su fama

Recreación de la futura fachada de Saddle, en Amador de los Ríos, 6 ABC
Adrián Delgado

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La memoria suele ser injusta cuando los grandes pierden la partida. Jockey, el restaurante más elitista de Madrid, se fue colgando el cartel de vacaciones un mes de julio y no volvió a abrir más. Tras su puerta de la calle de Amador de los Ríos se sepultaron 67 años de cocina sofisticada y de público selecto. De ello hace más de seis años que, sin embargo, no han logrado acabar con el mito. El espacio que fundó la familia Cortés en 1945 ha sido guardado como un templo desde entonces, esperando una oportunidad pasada la crisis que arrasó con tantos otros como «Balzac» o el «Club 31». Este último resurgió de sus cenizas en 2016.

Heredero de ese peculiar halo de sofisticación y elitismo que siempre tuvo, el local que lo acogió albergará un proyecto de restauración singular bajo el nombre de «Saddle» –silla de montar, en inglés–. Un guiño que pone sobre los cimientos del emblemático Jockey el porvenir de este nuevo espacio que vive, durante estos días, una profunda remodelación arquitectónica.

La intención es que los trabajos de reforma integral, que dividirán el local en tres plantas –unos 1.600 metros cuadrados–, estén listos para ser inaugurados en primavera. Detrás de ellos está Studio Gronda y su fundador Diego Gronda, artífice de alguna de las transformaciones más lujosas en hoteles y restaurantes de todo el mundo.

La nueva distribución estará compuesta por una planta principal que acogerá « The Lobby Bar » y « The Restaurant ». Ambos, en la mismo espacio, ofrecerán una propuesta gastronómica y de coctelería, y 25 mesas en las que servirán «alta cocina tradicional», respectivamente. La sala, según el diseño al que ha tenido acceso ABC, contará con un gran lucernario y un pequeño jardín. En « The Rooms », en la primera planta, habrá cinco privados con recepción independiente y una capacidad de entre 4 y 24 personas.

«Refinada informalidad»

El objetivo, según sus responsables, es crear un «ambiente de refinada informalidad». «Se trata de respetar la historia , creando una experiencia anclada firmemente en nuestros tiempos pero impregnada en todo momento de esa elegancia atemporal que le permita acercarse a la grandeza y longevidad de su antecesor», destacan. «Los nuevos elementos arquitectónicos que se han introducido cambiarán por completo el recuerdo de aquellos afortunados que frecuentaban el local en su anterior vida», concluyen. El anecdotario de Jockey recuerda a clientes ilustres como Gregorio Marañón, el Sha de Persia, Manolete, Luis Miguel Dominguín, los duques de Windsor o Frank Sinatra, entre muchos otros.

Al timón de las cocinas de «Saddle» estará Adolfo Santos –de Lakasa, Santceloni– como chef ejecutivo. Otros nombres destacados del sector, como Carlos García Mayoralas –director de operaciones procedente del Grupo Dani García– o Israel Ramírez –de Dani García Restaurante– ejercerá como director de vinos al frente de una bodega con «más de 1.000 referencias». De la coctelería se encargará Pedro Morillas , experto en mixología –con trayectoria en Amazónico y Platea– que ha elaborado una «ambiciosa propuesta de corte clásico». Vicente Alonso –de El Paraguas– será quien controle su ambiciosa sala.

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