Un narco secuestrado tras vender cocaína falsa por 20.000 euros en Madrid: «Te mando ubicación en tiempo real. Manda a la poli. En peligro»
Un hombre es retenido por tres traficantes a los que vendió cocaína falsa como intermediario y consiguió que la Policía le rescatara enviando a un amigo por WhatsApp

Llevaba pocas semanas en España y estaba en paro. Aprovecharon la situación de vulnerabilidad que sufría un colombiano de 57 años para utilizarlo como intermediario en una venta de droga. El problema es que, en vez de coca, la mercancía que le entregaron para dársela a los interesados, otros narcos, era de todo menos 'farlopa'. Una estafa en toda regla de la que la víctima de esta historia no estaba al cabo de la calle. Y que le costó más de tres horas de secuestro a manos de los compradores.
Tras ser liberado, el hombre reconoció que en un primer momento un conocido contactó con él para hacerle el encargo, pero que él se negó. «Pero al estar sin trabajo aquí, estaba pasando penurias, y accedí», vino a confesar a los agentes, según fuentes del caso consultadas por ABC.
De ahí saltamos al 30 de enero. Esa mañana era la cita con los compradores, pero estos se presentaron sin el dinero; por lo que se emplazaron a otro encuentro, a las diez de la mañana, en un sitio muy transitado del Campo de las Naciones: el aparcamiento del McDonald's de la avenida de los Andes. Allí se vieron, por un lado, el intermediario y uno de los de la mafia que vendía la supuesta droga. De otra parte, los compradores, un colombiano y un venezolano. Cuando este último entregó los 20.000 euros por algo más de un kilo de 'merca'. Nada más coger el fajo de billetes, que venía enrollado, el acompañante del intermediario se marchó.
En ese momento, los narcos se percataron de que aquello ni era cocaína ni droga ni nada que les interesara. De hecho, el posterior narcotest practicado por la Policía Nacional dio negativo en estupefacientes. El enfado de los estafados fue monumental, y el hombre que les había facilitado la compra se quedó solo ante el peligro.
Lo metieron a punta de pistola, una Star de 9 milímetros, en un coche, que condujo uno de los delincuentes; les seguía el otro en una moto. Desde las diez de la mañana a la una y media de la tarde le tuvieron retenido, con amenazas de muerte tanto a él como a su familia que reside en Colombia.
Dieron vueltas por medio Madrid y, en ese periplo, pasaron por un trastero de Paracuellos del Jarama. Allí escondieron el fardo de la estafa y reanudaron su camino, hacia el barrio de Hortaleza.
La idea, según los investigadores, era retener al sujeto hasta que les devolvieran los 20.000 euros perdidos, quizá con intereses. Pretendía mantenerlo secuestrado en un piso.
Sin embargo, la víctima, desde el coche, consiguió enviar mensajes por WhatsApp a un amigo: «Te voy a mandar la ubicación en tiempo real. Manda a poli. Estoy en peligro. No te demores. Me van a llevar a otro lado, no puedo hablar». El receptor, alarmado, acudió hasta la comisaría de Hortaleza, en el complejo policial de Canillas. Cómo debió de sentirse en el momento de denunciar algo así, desvelando que era un ajuste de cuentas por drogas y con un amigo implicado.
Arrestados en una plaza
«Lo que hizo fue mostrar el mensaje a los agentes, que montaron primero un dispositivo de paisano que localizó al retenido, rodeado de dos colombianos y el venezolano en la plaza del Mercurio (que es la que da nombre a la operación)», indican fuentes del caso.
Desde allí, los siguieron discretamente hasta la Plaza Mayor de Barajas, donde les echaron el guante, junto con policías uniformados de Hortaleza. Esperaban a un cuarto cancerbero. Todos, incluido el rehén, quedaron arrestados.
Los narcos que le 'pasearon' a punta de pistola son dos colombianos de 29 y 30 años, con antecedentes por robo con fuerza, hurto, seguridad del tráfico, extranjería, además de que uno de ellos ya los tenía por delito contra la salud pública. Sumaban 11 reseñas (cuatro y siete, respectivamente). El venezolano no estaba fichado. Se les acusa de detención ilegal, amenazas graves y tenencia ilícita de armas. La falsa coca fue recuperada.