Marta Flich: «Madrid te da el anonimato, pero también produce mucha soledad»
COLONOS
Encuentra, pese a lo monstruoso de la gran urbe, un rincón de paz, un trozo de casa, en el Café Varela
Alfonso Reyes: «La capitalidad de Madrid ayuda, pero hay capitales en el mundo invivibles»
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Marta Flich, Marta Martínez Nebot según rezan sus documentos para/con la Administración, anima la media tarde haciendo guasa sobre lo serio, o poniendo seriedad sobre lo cachondo de la actualidad política, que es mucho. En su programa 'Todo es mentira' , cuya presentación ... comparte con Risto Mejide, ella anima a sus colaboradores a tomarse, con chufla ilustrada eso tan variable que es la actualidad.
El día de autos posa en las escaleras del estudio, en un descanso, con esa adrenalina interna del directo que no afecta al maquillaje y a la sonrisa, porque la procesión va por dentro. En un receso, cuando las fotos, Susana Díaz se queja sin quejarse de que la petaca microfónica se ha podido ir a mejor vida. Y es que la trastienda de todo programa es así; sandwiches, botellín de agua y ánimos entre unos y otros. Un guirigay simpático. Pero lo que es nuestra protagonista espera a que finalice el programa y nos concede hablar de su Madrid, del que destaca que su paisanaje es uno de sus mejores alicientes.
En su triple condición de actriz, valenciana y economista que presentará Gran Hermano asegura, haciendo un juego de palabras con su propio programa, que en Madrid, hay mucha verdad, aunque la cosa depende del viandante con qué se tope.
Flich también entra en la cuestión de cómo cae el valenciano en Madrid, que ya se sabe que muchos nos remojamos en la Malvarrosa y volvemos en el día. Y en eso, no miente: Madrid es un punto de atracción, un núcleo donde se mezclan quienes van por el puro interés y encuentran a sus iguales, y quienes van por el camino de la felicidad, y también la encuentran.
Odia el tráfico, pero si lo elude, si obvia una ciudad que con todas sus ventajas puede resultar monstruosa, no pierde una cena en el Café Varela. Su segunda casa. Donde Melquíades reparte alegría y 'croqueteo' bajo retratos retroiluminados de glorias literarias y más fauna. Los Machado, César González Ruano o hasta un alto magistrado que va a eso mismo: a sentirse como en casa.
—¿Madrid es más verdad que mentira?
—Pues depende de las personas, ¿eh? Es verdad y es mentira según con quien hables. Para mí Madrid es mucha verdad, y, aunque en esto pesa más lo negativo que lo positivo, en ocasiones 'es verdad' que lo negativo, la mentira, pesa más precisamente por la envergadura de la ciudad.
—Dispense que le pregunte sobre tres de sus facetas; la de actriz, la de valenciana y la de economista. Empecemos por las bambalinas y los focos. ¿Es verdad que en el mundillo de la interpretación hay que hacer la mili en la capital?
—Yo creo que sí, porque el trabajo de interpretación está aquí, la verdad. Antes se combinaba con Barcelona. Yo como actriz no he trabajado en ningún sitio que no sea en Madrid. Por eso es la capital de España, por eso es el centro neurálgico de tantos oficios.
—Ahora como valenciana. Le pido una reflexión sobre la especial relación entre la capital del Turia y Madrid. Que viene de lejos...
— Yo en la playa de Moncófar veía a la gente de Madrid, tenía amigas madrileñas de toda la vida, y siempre, siempre, traían aire fresco. Y aportaban cosas interesantes.
—Entonces vería a este 'pueblo' como ¿qué? ¿Cómo se mira a Madrid desde Valencia?
—Madrid se veía desde Valencia como algo aspiracional. Se veía como «wow», la capital de España. Qué interesante todo. Cuántas posibilidades. Y luego, y retomo la pregunta anterior, también nos véis con el litoral, la tranquilidad. Diría que hay una admiración mutua.
—Y ahora le pregunto como economista. ¿Cuál es el déficit de esta ciudad?
—Pues mira, Madrid es una ciudad monstruosa en el mejor y en el peor de los sentidos. Quizá el déficit sea el de la falta de humanidad, y precisamente porque todos podemos ser ciudadanos anónimos si queremos. Bueno, en mi caso un poco menos. La cuestión es que Madrid da el anonimato, pero también produce mucha soledad. Aunque puede ser una ventaja el anonimato; en los pueblos siempre se sabe quién eres, qué haces, a dónde vas. Esto en la gran ciudad no pasa.
—Hemos hablado de déficit. Entiendo que habrá un superávit...
—El ocio, la cantidad de posibilidades que se dan aquí. Muchas derivadas del hecho de la capitalidad. Como te decía es un punto neurálgico donde el interés llama al interés, pero la alegría a la alegría. Y luego, lo diversa que es en cuanto a gente variopinta. Es un manantial de oportunidades.
— Sí, en lo variopinto vamos bien servidos... Siguiendo con el vecindario de la Villa y Corte, en el 'Proust' previo ha confesado que lo mejor de Madrid es «su gente»...
—La gente desde luego, y también los lugares, que hay sitios superchulos.
—Recomiende un sitio, por favor.
—Pues siempre suele ser un bar o un restaurante. Por ejemplo, el Café Varela, donde nos tratan como en casa. Es fantástico, y además está Melquíades, que es un gran anfitrión.
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—Con toda la gente que debe conocer, a quién considera con méritos suficientes para figurar en esta sección.
—Pues mira, a mi marido. Pero ya lo has entrevistado, ¿no?
—Afirmativo.
—Pues entonces, te recomendaría a cualquier persona de 'Todo es mentira', que son fantásticos. Desde Virginia Riezu a Antonio Castelo o Risto Mejide. Y también a quienes están detrás de las cámaras, que esos sí que son los verdaderamente interesantes para tu sección.
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