LAPISABIEN
Suave noche, amable galerna
El fútbol, pese a las payasadas rentables -o no- de Piqué, es, en el caso del Real Madrid, civilización, sintaxis, cultura
Ancelotti recupera a Ceballos, Nacho, Carvajal y Modric
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En el centro, siempre el madridismo. A un lado Casillas, al lado Arbeloa, salmantino que, en el trato, parece andaluz. Butragueño como una sílfide. Más atrás David Summers, que es el mejor como ya se ha dicho. Manoliño Jabois, la familia de Gento, la galerna ... del Cantábrico. Brujuleaba por allí mi tito Tomás Guasch, 'tabarnés' con responsabilidades deportivas y ejemplo de la Cataluña que fue y no será. Olía a jazmines y a madridismo, claro.
La revista 'La Galerna', del sabio Jesús Bengoechea se vestía de gala, de largo. Atrás, A.J. Ussía y servidor callaban, alguna lagrimilla se me escapó, y la cuestión era que frente a la grisura de la vida, está el madridismo. El hijo de Antonio Escohotado recogió un merecido premio, que el filósofo siempre tuvo claro que para explicar algo tan vaporoso como la gloria la metáfora era Real Madrid o no será. Jamás.
La noche era suave, de esas de primavera que se enfrían lentamente, como el paso del Cachorro, que diría Búfalo, el que me cuenta cosas a mí y a Paco Rabal en tiempos distintos. Garabito andaba con prisas de AVE por volver a La Mudarra pucelana, pero besamos a Summers, al que se premió por su madridismo con 'Voy a pásarmelo bien' que tarareaban, a la vez, Miguel Ríos y Espinosa de los Monteros. Que lo que une el madridismo no lo separe nadie.
Este columnista se perdió buscando entrevistas y se encontró con un Miró o algo que se le parecía. Y con la 'Orejona' allí, a disposición de que se le pudiera hacer un besapié o un 'besaorejas'. Otros nunca podrán decir lo mismo.
Y sí. El fútbol, pese a las payasadas rentables -o no- de Piqué, es, en el caso del Real Madrid, civilización, sintaxis, cultura. Toda una ética que es, asimismo, una cosmología de sano españolismo, de mocitas, de bocadillos y alegrías.
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Otros dan la turra con el pueblo elegido y esa bandera que a un daltónico le parece la Union Jack (hablo de la Ikurriña y de los 'katxorros' de Lezama que, aunque fracasen, vuelven a un San Mamés donde ya no se puede llevar la frasca de pacharán).
Vuelvo al madridismo, a la galerna. A Gento. El Madrid es Madrid internacionalizado. Y aquí uno es vikingo porque, como cantaba Summers, hemos venido a pasarlo bien. Dando un salto mortal y mirando la agendilla de teléfonos.
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