Incendio en Entrevías: una colilla pudo matar al tío José y su sobrina Manuela mientras dormían

La perrita del 2ºA empezó a ladrar de madrugada. Mari Paz S. estaba despierta, esperando a que su hija regresara de una noche de fiesta, y los insistentes ladridos la desconcertaron. Después todo pasó muy rápido. Un vecino del tercero dio la voz de alarma al ver la lengua defuego que escapaba del 2ºB y trepaba hasta su ventana. Mari Paz no veía humo ni sentía el calor de las llamas que arrasaban el piso contiguo, pero escuchó a su vecina gritar: «¡Ayuda, ayuda, ayuda!». Un par de horas más tarde, los servicios de emergencias confirmaron la muerte de José Manuel Ramos, de 83 años, y su sobrina Manuela López, de 57.

En este bloque de Entrevías, un humilde barrio en el distrito de Villa de Vallecas, la mayoría conocía al octogenario como 'el tío José'. Mari Paz recuerda que fue su sobrina, Manuela, quien le entregó las llaves, hace ya 15 años, del 2ºA, donde vive con su marido, su hija y dos perras. «Teníamos mucho trato, de todos los días, como es normal viviendo puerta con puerta, habíamos puesto nuestras plantas aquí, mira», señala Mari Paz, en el descansillo donde falta la puerta del 2ºB. El precinto policial impide cruzar a los pasillos negros de paredes desconchadas, con marcos vacíos y emborronados, y solo un par de sofás parecen haberse salvado del fuego que, presuntamente, originó un cigarrillo mal apagado.

El incendio se desató en la habitación del tío José sobre las 4 de la madrugada. El infierno se propagó veloz y consumió la casa entera. Los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid también fueron rápidos: ordenaron a los vecinos encerrarse en sus viviendas mientras sofocaban las llamas del 2ºB. A Raúl, un adolescente de 15 años del cuarto, lo despertaron sus padres: «Corrimos a tapar las puertas y ventanas con toallas mojadas. Al rato los bomberos nos dijeron que ya estaba todo bien», cuenta.

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EP

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Los bomberos encontraron el cuerpo del tío José en la habitación, la zona cero del incendio, y a Manuela en el pasillo; los sanitarios del Samur-Protección Civil solo pudieron confirmar su fallecimiento. La pareja vivía en este edificio de la calle de La Mancha desde hace, al menos, 20 años, según varios vecinos del inmueble. Solían recibir a cuidadores de teleasistencia. Manuela tenía problemas de movilidad, en casa andaba con muletas y para salir a la calle utilizaba una silla de ruedas. «También debió darle al botoncito de teleasistencia, a él no le escuché, pero ella sí pidió auxilio», aseguraba Mari Paz, al día siguiente, con los ojos azules todavía empañados por el susto.

La hija de Mari Paz conoció a tío y sobrina con 7 años y en más de una ocasión los ayudó con las tareas de la casa. Este sábado por la noche, ya con 23 años, volvía de fiesta y se topó con el aparatoso incendio que lamía la fachada. La huella negruzca estaba al día siguiente grabada en los ladrillos y las ventanas del 2ºB, huecas, oscuras. A pesar del destrozo interior, el resto de viviendas no sufrieron daños. Mari Paz solo tiene una pequeña mancha de ceniza en la pared de la entrada. «Fue todo muy rápido, nunca habría imaginado que pasaría esto, no se me va a olvidar nunca...», reconoce.

Dos agentes de la Policía Nacional guardaban este domingo el piso siniestrado y precintado, a la espera de que las cenizas se enfríen para que la Brigada de la Policía Científica pueda investigar las causas del incendio. La hipótesis, 'a priori' y según ha podido saber ABC, es que alguna de las víctimas dejó un cigarrillo encendido en plena noche. La tragedia ha dejado una casa carbonizada, pero en el descansillo del segundo piso Mari Paz conserva una planta artificial de Manuela, quizá la única propiedad de la pareja del 2ºB que se salvó de las llamas.

Esa misma madrugada, otro incendio asoló otro piso en Puente de Vallecas, el distrito que colinda con Villa de Vallecas. El fuego, que prendió alrededor de las 00.45 horas, se concentró en la cocina de la vivienda y una mujer de 37 años sufrió una quemadura inhalatoria, según informaron fuentes de Emergencias Madrid a Europa Press. El humo se extendió por el inmueble y, cuando la víctima quiso reaccionar para apagar las llamas, ya se había intoxicado. Los servicios de emergencias que se trasladaron al lugar, en la calle de San Claudio, rescataron a la herida y la trasladaron al hospital de La Paz, donde ingresó con pronóstico grave.