La finca Vista Alegre abrirá un segundo acceso al recinto y restaura sus siete fuentes ornamentales
Con una inversión de 15,7 millones, suma 1,6 hectáreas más de paseo al recinto
La finca Vista Alegre, la joya de Carabanchel, abrirá desde septiembre todos los días con horario ampliado
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La finca de Vista Alegre crece. Al menos, lo hace la extensión que ya está restaurada y puede ser visitada por los ciudadanos. Ya se ha terminado la rehabilitación de las siete fuentes del parterre del Palacio Nuevo, entre ellas la de los Caballos Marinos, una rareza que reproduce a la que existe en Villa Borghese (Roma). Además, en breve se abrirá al público un nuevo acceso a la zona verde, por la calle Arnedo.
En total, lo restaurado supone incorporar 1,6 hectáreas de paseo más al recinto. E incluye, además de lo dicho, las fuentes en torno a la Casa de los Oficios y la Casa de Bella Vista, las escaleras de acceso a la ría, y el jardín que acompaña el recorrido de la calle General Ricardos, desde Puerta Real hasta Puerta de los Osos.
En los próximos meses, se va a continuar con los trabajos de reforma para poder abrir ese segundo acceso por la calle Arnedo. De este modo -explican fuentes de la Consejería de Economía, Empleo y Hacienda, de la que depende esta instalación- será posible el tránsito entre Puerta Real y plaza de Carabanchel.
Aunque los vecinos de Carabanchel sabían que la finca de Vista Alegre guardaba enormes tesoros arquitectónicos y naturales, durante décadas no pudieron disfrutarlos: la finca estaba cerrada al uso público. Tras muchas vicisitudes y muchos años de obras -comenzaron en 2018-, sus puertas se abrieron el 1 de mayo de 2021, y la finca de Vista Alegre, uno de los nueve parques históricos de Madrid, pudo ser disfrutada por los madrileños: más de 150.000 han pasado por allí desde entonces.
Hasta este año, se han gastado 15,7 millones de euros en la rehabilitación de 17 de las 45 hectáreas de extensión de esta banda. Se incluyen en ellos la regeneración del entorno, la puesta en uso progresiva de las edificaciones, muchas con un alto valor histórico, y la consolidación del parque.

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Éste cuenta con rincones de gran belleza, restaurados con sumo cuidado hasta en sus mínimos detalles, e intentando reproducir incluso el tipo de vegetación más habitual en estos espacios cuando fue creada la finca. Los visitantes pueden pasear por el Jardín Botánico, con árboles centenarias y plantas exóticas; por la Plaza de las Estatuas; por la Ría y el Parterre; por el edificio de la Estufa, en el que se puede acceder al vestíbulo y contemplar el conocido como 'Baño de la Reina', una enorme bañera redonda de madera.
La historia de la finca de Vista Alegre se remonta al siglo XIX, cuando se puso de moda entre las familias pudientes contar con villas en las afueras para descansar, y algunas de ellas se establecían en los Carabancheles. Es lo que hizo Higinio Antonio Llorente, médico de cámara de Carlos IV, que compró estos terrenos en 1803. Más tarde, la finca pasó a otras manos, y así fue como llegó a las de Pablo Cabrero y Josefa Martínez Artó. A ellos se debe el nombre de Vista Alegre para el recinto, ya que abrieron en ella un establecimiento público de ocio, que contaba con casino, casa de baños y un jardín con juegos y caprichos.
A manos de la reina
En 1832 la propiedad fue comprada por la reina María Cristina de Borbón, la cuarta esposa de Fernando VII, que añadió varias parcelas más a la finca y la agrandó hasta su tamaño actual. Por esta época construyeron allí las Caballerizas, el Palacio Nuevo o la ría navegable. El arquitecto Narciso Pascual y Colomer, el mismo que levantó el Palacio de las Cortes, fue el encargado de este trabajo.
En 1856 pasó a ser una finca de recreo del Marqués de Salamanca, que la mantuvo hasta 1889. En ese año sus herederos la vendieron al Estado, para saldar las deudas que tenían. Con la transferencia de competencias estatales, el 80 por ciento de los terrenos de la finca pasaron a ser propiedad de la Comunidad de Madrid.
La actuación que se ha llevado a cabo afecta a unas 17 hectáreas de la finca, las que fueron declaradas Bien de Interés Cultural en diciembre de 2018. A partir de ahora, está planificado continuar con los trabajos de reforma entre 2023 y 2026 con otros 1,86 millones de euros. Seguirán las tareas de recuperación de sus jardines, rehabilitación de sus edificios emblemáticos y promoción del plan especial para toda la finca. Concretando, se va a actuar en la conservación del edificio de la Galería y en la recuperación del ala este del edificio de la Estufa, del Palacio Nuevo. Como novedad, se incorpora a los trabajos la singular capilla de Los Lujanes, que conserva frescos del pintor Alfredo Ramón.