Una pareja de pistoleros hizo su agosto en Semana Santa asaltando hoteles en Madrid
Los sujetos atracaron al menos tres negocios en solo 24 horas con un arma y la misma ropa
Dos detenidos por asaltar de forma violenta seis hoteles en nueve días en Madrid
Dos individuos, con capuchas y pasamontañas, una mochila en la mano para guardar el botín y una pistola en la otra. A grandes trazas, esa es la descripción manejada por el grupo XII de la Brigada Provincial de la Policía Nacional, especializado en atracos, después de que en apenas 24 horas al menos tres hoteles de la región fueran asaltados por el mismo 'modus operandi'. A los dos ya conocidos en la localidad de Alcorcón, se une otro más cometido en el distrito de Ciudad Lineal, cuya relación está clara a tenor de la ropa utilizada en todos: la misma.
Este último hecho, acaecido el 7 de abril (Viernes Santo), tuvo lugar en el hotel Porcel Torre Garden cuando, pasadas las diez de la noche, acuden armados al número 190 bis de la calle de los Hermanos García Noblejas. Ya en la puerta, con salida a una especie de pequeña plazoleta, comprueban que la puerta está cerrada con llave y dudan, aunque no tardan en volver a la carga. De inmediato, empujan con fuerza el tirador y la emprenden a patadas hasta conseguir abrirla.
Y todo bajo la atónita mirada de dos turistas que parecen no darse cuenta de la grave situación. Dentro, el recepcionista observa algo raro por las cámaras y se levanta a mirar: al darse cuenta de la situación, corre a ocultarse. Los delincuentes irrumpen en el establecimiento y rebuscan rápidamente entre los cajones, donde no encontrarán más de 300 euros. Por muy poco, pero han errado el tiro, ya que el objetivo de este tipo de atracos es amenazar a los trabajadores para que estos les den el dinero (normalmente, cantidades superiores a los mil euros) que el hotel almacena en compartimentos 'más secretos'.
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El día anterior (Jueves Santo), el dúo de pistoleros hace su primera parada de madrugada, a las 5 de la mañana, en el hotel La Princesa de Alcorcón. En este caso, solo uno accede con el rostro tapado y a punta de pistola obliga al recepcionista a entregarle la caja recaudatoria. Tras ello, sube a un vehículo conducido por otra persona y emprenden la huida a través de la carretera M-506.
Horas más tarde, a las 20.50, los dos sujetos irrumpen en el NH de la misma localidad, ubicado en la avenida de Europa. También con un arma y ataviado uno con un pantalón de chándal Adidas oscuro y el otro con uno blanco corto y unas mallas negras (las mismas prendas de la embestida en Ciudad Lineal), no tienen reparo en intimidar a los empleados en presencia de una pareja de huéspedes con un niño pequeño, que acaban de llegar al hotel. Los malhechores encañonan a los recepcionistas mientras los clientes salen despavoridos.
En apenas 20 segundos, consiguen el efectivo del mostrador llegando uno de ellos a saltar al otro lado para aumentar el valor de lo sustraído. Así, conduce a los dos trabajadores al interior de un cuarto y sale después con un cajón que entrega a su compinche. La lección la tienen aprendida: el dinero más a mano es igual a quedarse en el escaparate. Superada la Semana Santa (menos población en Madrid pero más en los hoteles, lo que la convierte en una época propicia para estos delitos), la Policía Nacional ya trabaja en su identificación y no se descarta que puedan estar implicados en otros robos similares.
Pagos con tarjeta
Llama la atención, no obstante, el elevado riesgo que corren en unos negocios donde el pago con tarjeta domina casi por completo la recaudación. En ese sentido, el objetivo más habitual suelen ser los salones de juego, el último blanco fácil de dinero en efectivo. Los responsables de estos locales son conscientes de que las horas críticas coinciden normalmente con las aperturas, los cierres o las franjas de menor presencia de clientes.
Al igual que en los hoteles, es frecuente que los atracadores lleven a cabo vigilancias a fin de conocer los momentos propicios del día para encontrar la menor resistencia posible. Pero a diferencia de estos, es precisamente la falta de medios de pago telemáticos lo que provoca que estos violentos ladrones acudan a ellos para hacer saltar la banca, nunca mejor dicho.
