La ola de calor se ceba con los operarios: «Mi padre ha sido currante hasta la muerte. Es una vergüenza que se llegue a esto»

ALTAS TEMPERATURAS EN MADRID

Las altas temperaturas suman ya dos obreros muertos en la región y otros dos casos graves ayer por golpes de calor

José Antonio González, el barrendero fallecido en Vallecas | Yolanda Díaz promete «contundencia y todo el peso de la ley» tras la muerte por golpe de calor de un barrendero en Madrid ABC | vídeo: atlas

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No era la primera vez que José Antonio González trabajaba en una contrata del Ayuntamiento de Madrid limpiando las calles. Ya había tenido algún contrato temporal, de seis meses (aunque solo los fines de semana) a sus 60 años, pero nunca con semejante ola de calor. Tanto es así, que en los últimos días, con estas temperaturas extremas, se había informado sobre cómo evitar un golpe de calor. Eso lo ha sabido su familia después de que falleciera el sábado. En sus últimas búsquedas de internet estaba «¿Qué es una ola de calor?». Por eso llevaba un espray y botellas de agua, para mantenerse hidratado.

Pero José Antonio, pacense de nacimiento (natural de Medina de las Torres), pero madrileño de adopción desde que era muy pequeño, llevaba apenas dos semanas con su nuevo contrato para Urbaser, con una duración total de un mes. Para cubrir las bajas por vacaciones del personal. «Pensaba que le tocaría en junio, pero al final fue julio. Empezó el día 1, pero él quería quedarse en la empresa, Urbaser, para que le renovaran. Le habían comunicado que probablemente seguiría en agosto y septiembre», explica su hijo mayor, Miguel, de 21 años. Tiene una hermana, Laura, de 19.

Ambos residen en Orcasitas, donde José Antonio y su mujer, Mari Ángeles (que se había criado en Orcasur), compraron un piso, donde reside también un tío de los chavales. El viernes, el día que cayó a plomo por el calor, era el 22 aniversario de bodas del matrimonio. Horas después, ya en la madrugada del 16 de julio, José Antonio González fallecía en el hospital.

«El calor no me deja ni hablar»

«Él siempre sufría mucho por el calor. El miércoles me lo encontré en la estación de Renfe, cuando él volvía de trabajar, y me dijo que estaba que no podía casi ni hablar», narra Miguel: «Mi padre fue currante hasta la muerte. Hasta cuando pidieron a gente para trabajar en el Orgullo, aceptó», con tal de trabajar. Antes, había dedicado muchos años en el sector de la fruta. Primero, como empleado en un negocio de Aluche, el cual luego compró a su dueño. La frutería, en un mercado, comenzó a ir mal «y le salió la oportunidad de pasarse a una cadena de supermercados». Tras un despido improcedente, encontró trabajo eventual en Urbaser.

José Antonio tenía el turno de mañana, en Puente de Vallecas; «pero un compañero, a través del jefe, le pidió que le cambiase el horario para el viernes pasado, y que le hiciera la tarde, que empieza a las dos». La familia cree que estaba solo cuando se desplomó, en la avenida de San Diego. Y que estuvo un tiempo ahí tirado hasta que dieron el aviso al Samur. «A nosotros nos avisaron a las seis de la tarde, pero tuvo que ocurrir antes de las cinco. Hacía unos 39 grados y él tenía la temperatura corporal en 41», especifica Miguel.

Ha recibido la llamada del alcalde, José Luis Martínez-Almeida; de la vicealcaldesa, Begoña Villacís (el joven milita en Cs); del delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante. Y ha hablado con todas las formaciones política del consistorio: «Esto es una vergüenza. Es lamentable que tenga que llegarse a esto para que se cree un debate. Limpiar una calle o una carretera con estas temperaturas con una vestimenta de este tipo es lamentable. A mi padre ya no lo podremos recuperar, pero que al menos esto sirva para evitar otros casos«.

La viuda, de 54 años, está destrozada, como es lógico («era su compañero de vida»). Porque la víctima era «muy sociable, una gran persona, muy querida». Le gustaba mucho la música, sobre todo Queen y la músicas de los 80, su perro y pintar. «Ahora nos toca tirar adelante y, sobre todo, cuidar de mi madre», se resigna Miguel.

Otro operario muerto en Móstoles

Este caso no ha sido el único con final trágico: estos días han fallecido un hombre en un parque de Torrejón de Ardoz y un operario en una nave de Móstoles, denunció UGT. Ayer por la tarde, el Samur atendió otros dos casos graves: un golpe de calor en Condesa de Venadito (Ciudad Lineal) de un hombre de 50. Cayó en la calle del sol que hacía, entró en parada cardiorrespiratoria y, una vez revertida, ingresó en el hospital. El segundo episodio, también a media tarde, ocurrió en la calle de Enrique Velasco (Puente de Vallecas): un conductor de 60 años chocó con otro coche al perder la consciencia. Tenía una temperatura corporal de 42 grados y se encuentra muy grave. Según Sanidad, ya van 120 fallecidos en la región.

Asimismo, SUMMA112 ha confirmado esta tarde el fallecimiento por golpe de calor de una mujer en su domicilio de la calle Huésped del Sevillano, en Madrid. Cuando los sanitarios llegaron hasta el domicilio, la víctima se encontraba ya en parada cardiorrespiratoria. A pesar de realizar maniobras de RCP avanzada, finalmente confirmaron el fallecimiento. El cuerpo presentaba una temperatura de 39°C.

La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, dijo ayer que actuará con «contundencia y todo el peso de la ley» una vez que la Inspección de Trabajo concluya las investigaciones del caso del barrendero. Almeida dijo que el uniforme está homologado. Carabante, que «muy pocos operarios se han acogido al cambio de horario». El PSOE pidió más árboles. Y el grupo mixto que los pliegos de contratación incluya medidas para olas de calor. Hoy se reunirán la patronal y los sindicatos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación