Almeida modifica el plan del Bernabéu: habrá túnel, pero se mantendrán cuatro carriles en el paseo de La Habana
El Ayuntamiento de Madrid acepta cambios en el proyecto tras las quejas vecinales, pero mantendrá el túnel
Rebelión en el paseo de la Habana: el futuro túnel que asedia al último reducto de barrio
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Las reclamaciones de vecinos y comerciantes afectados por el túnel de acceso al futuro macroaparcamiento junto al Santiago Bernabéu han sido escuchadas, al menos, en parte. El subterráneo, cuyas salidas han sido proyectadas a la altura de los números 52 y 54 del paseo ... de La Habana, se mantendrá, eso sí, pero la superficie se conservará con los mismos carriles que los actuales.
En concreto, según ha podido saber ABC, el Área de Medio Ambiente y Movilidad ha enviado un escrito de aclaración a los afectados en el que les confirman que «se modificará el proyecto inicial manteniendo dos carriles por sentido»: «De esta manera, se obtendrá un total de seis carriles; cuatro en superficie y dos en el paso inferior». Ya en el tramo final y hasta la plaza de los Sagrados Corazones, los carriles pasarán a ser dos en sentido sur y tres en sentido norte, por lo que habrá cinco en el exterior y otros dos en el paso inferior.
El consistorio ha modificado su plan inicial para encajar el túnel y conservar al mismo tiempo la disposición actual de la calle al estrechar los carriles. Al reducir su ancho -había margen con respecto a lo legalmente establecido-, se ganan los centímetros necesarios para abrir la boca del subterráneo sin tocar las vías ni el espacio de aparcamiento en los laterales.
Los residentes y comerciantes de la zona consideran que la entrada al túnel afectará al triángulo formado por la Castellana, Concha Espina y el propio paseo de La Habana, un área «con verdadera vida de barrio». «Al situar ahí el acceso se creará una barrera entre las dos aceras, creando una división, y convertirá la calle en una 'ronda'», lamentaba uno de los vecinos a ABC. Sus reivindicaciones fueron expuestas en el último pleno del distrito de Chamartín y serán, de nuevo, manifestadas en una marcha que se celebrará mañana a partir de las 12 horas y recorrerá la plaza de Quito hasta la de los Sagrados Corazones.
Es por eso que el ayuntamiento reitera en su escrito que mantendrá los pasos de peatones presentes en la zona en su ubicación actual, por lo que, sostienen, «se garantiza el tránsito actual de viandantes». «Con el compromiso de mantenimiento de los carriles y pasos de peatones actuales, se excluye la posibilidad de que se cree el efecto barrera», insisten desde la concejalía que dirige Borja Carabante.
Cambios solicitados
Solución a los colegios
El proyecto incluye la implantación de una zona 'kiss&drive', es decir, una zona regulada en superficie junto a los colegios San Agustín, María Virgen y Sagrados Corazones para dejar y recoger a los alumnos sin crear dobles filas.
Precio de las plazas de aparcamiento
El aparcamiento de Padre Damián tendrá 617 plazas, de las 458 son para residentes y comerciantes por un coste de 125 euros al mes. El ayuntamiento arguye que los licitadores podrán hacer una oferta a la baja y reducir el importe.
Aumento del tráfico
Según el ayuntamiento, el estudio técnico realizado no prevé un incremento del tráfico en la zona: «El hecho de que la mayor parte de las plazas de aparcamiento sean destinadas a residentes y comerciantes de la zona favorece que no se incremente el tráfico».
También arguyen que un estudio técnico municipal realizado «no prevé un incremento del tráfico» en el área. Aseguran que «el hecho de que la mayor parte de las plazas del 'parking' sean destinadas a residentes y comerciantes favorece que no se produzca un incremento del tráfico». Asimismo, creen que la «solución proyectada mejorará notablemente la movilidad, ya que en la situación actual todo el tráfico pasa por la glorieta de los Sagrados Corazones»; con el túnel prevén que un 25% de los conductores utilizará esta opción.
El túnel, sin embargo, no se podrá mover de su ubicación planteada por tres motivos: la presencia de la línea 8 de metro, «que obliga a dejar un resguardo suficiente para no afectar a la bóveda»; la pendiente de la rampa, de un 12%, «que condiciona su longitud» y la necesidad de situar la rampa entre los pasos de peatones para no afectar al tránsito de los viandantes.
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