Volver al teatro tras la vacuna: mayores inmunizados contra el Covid acuden a una función en Gran Vía
El Teatro EDP Gran Vía celebra mañana una función especial para los mayores de residencias ya inmunizados
¿Podrían mezclarse vacunas del coronavirus para aumentar su eficacia?
De todos los indicadores que nos dejan atisbar los primeros destellos de luz al final del túnel, el del regreso de los mayores a la vida normal es sin duda uno de los más significativos. Ellos han sido los que han pasado la peor parte de esta pandemia, con miedo, con incertidumbre, solos y aburridos. Pero a partir de este miércoles eso va a cambiar, ya que por fin van a poder empezar a recuperar una parte muy importante de sus vidas: el acceso a la cultura en vivo. Mañana, el Teatro EDP Gran Vía celebrará una función especial para los mayores de residencias de Madrid que ya han sido inmunizados. El nuevo protocolo aplicable a las residencias de ancianos de la Comunidad permite la libre salida y entrada de residentes vacunados, por lo que más de cien mayores disfrutarán de un monólogo de Santi Rodríguez en su primera salida de los centros.
Apolonio Ruiz, un residente de la residencia Orpea Madrid Loreto que va a cumplir 77 años en mayo, asegura estar «muy emocionado» por esta primera salida cultural, porque «se ha llevado muy mal no poder ir al teatro ni al cine» durante todo un año. «Va a ser casi como salir al teatro por primera vez. Es muy emocionante recuperar la libertad». Apolonio es un gran lector, así que ha podido evadirse de los malos momentos -«he perdido a dos amigos en estos meses», se lamenta- gracias a la literatura. Pero echa mucho de menos sentarse en una butaca para ver un gran espectáculo «como los de la antigua normalidad, esa que nadie sabe si algún día volverá», dice con tanta resignación como sentido del humor.
Dentro de la residencia también tenían mucha actividad cultural con visitas de diferentes artistas en cumpleaños y otras fechas señaladas, pero durante la pandemia solo les han quedado «las tertulias, que están muy bien pero saben a poco», asegura Apolonio. La falta de actividad cultural también les ha afectado a la salud y el estado anímico de los residentes. «Estas salidas nos van a venir muy bien. Tengo la sensación de que lo vamos a vivir como algo nuevo en nuestras vidas, y cuando se abra el telón vamos a estar hasta nerviosos. Ahora tengo que coger la agenda y ver qué exposiciones y qué películas voy a ver después de esta primera salida».
Una de sus cuidadoras, la terapeuta ocupacional Inma Martín, tiene claro que el regreso de los mayores a la vida cultural va a tener efectos «muy positivos» sobre su salud. «Cuando empezó el estado de alarma, lo que primero echaron de menos fue a sus familias. Pero después empezaron a darse cuenta de que les apetecía ir al teatro o al cine, y no podían. Tantas limitaciones juntas hicieron que muchos cayeran en un estado de apatía muy fuerte, que les hizo hasta perder el apetito». Hace tres semanas que los residentes de Orpea Loreto recibieron la segunda dosis de la vacuna, y tanto ellos como sus familias llevan unos días preguntando cuándo iban a empezar a poder salir a hacer excursiones y a visitar centros culturales. «Tienen muchísimas ganas, y ya les vemos muy animados», añade. Martín quiere recordar que hay que retomar la vida fuera del centro «poco a poco porque hay que mantener la precaución con este virus tan peligroso».
El espectáculo de mañana tendrá, además, fines benéficos. El Medidor del Teatro Gran Vía es el primero capaz de convertir la energía del público en kilovatios hora a través de las emociones que generan las personas en la sala (aplausos, vítores…), y toda ella se destinará a la ONG Adopta Un Abuelo.
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