La visita crucial de la hija de Franco a la línea de Cotos que impidió su desaparición
El Ministerio de Obras Públicas adquirió la vía después de que Carmen Franco y Polo, embarazada, escapara sana y salva de una tormenta en Navacerrada gracias a los operarios de la línea, que evitaron que hubiese obstáculos en el trayecto
El 12 de julio de 1923, los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia desembarcaron en mitad de la nada, en la localidad de Cercedilla , para inaugurar una vía ferroviaria que todavía perdura. Entonces, con un permiso de línea secundaria, nadie auguraba el éxito del Eléctrico del Guadarrama , promovido por un puñado de amantes de la montaña.
De hecho, años después, corría el rumor de que el ferrocarril estaba a punto de desaparecer, hasta que recibió una visita de la hija de Francisco Franco, según escribe el periodista Andrés Campos. En 1950, Carmen Franco y Polo acudió a la entrega de premios de una competición de esquí internacional en el puerto de Navacerrada. Después del acto, una tormenta de nieve obligó a cortar la carretera al tráfico. Gracias a los operarios de la línea, que evitaron que hubiese obstáculos en el trayecto, la descendiente del dictador, embarazada, pudo escapar de la montaña sana y salva .
Cuatro años después, el entonces Ministerio de Obras Públicas adquirió el ferrocarril y , más tarde, alargaría el trazado, que solo llegaba al puerto de Navacerrada, hasta el paso de montaña de Cotos. Al margen de la posible causa y efecto de la anécdota, Renfe acabaría descubriendo el potencial de la línea , que hoy visitan miles de personas.
«Ha sido pues el pequeño ferrocarril de Cercedilla a Navacerrada el elemento industrial que más ha contribuido al conocimiento de la Sierra para los madrileños y está siendo el adelantado de los futuros medios de comunicación y penetración en la nieve de la Sierra», escribía, ya en 1933, el ingeniero que proyectó la línea, José de Aguinaga y Keller. Cien años después, sigue acercando la montaña a los madrileños .