El viento deja dos desprendimientos de cornisas y un muerto en 24 horas en Madrid
La ciudadana de Corea sobre la que impactó un fragmento de fachada en Alcalá, 31 ha fallecido horas después del accidente. La administración de Doña Manolita cerró durante varias horas por el peligro para los viandantes
Unos cascotes caídos a las puertas de la administración de lotería de Doña Manolita en la mañana de ayer pusieron en alerta a las responsables del local. Tras llamar a los bomberos, sobre las 11.30, éstos las emplazaron a cerrar el establecimiento –frente al que esperaban una cola de clientes– mientras se aseguraban de las condiciones en que estaba la cornisa . Algo más de cinco horas permaneció Doña Manolita cerrada en la víspera del sorteo más importante del año, en de la Lotería de Navidad.
La administración se encuentra situada en la calle del Carmen, muy cerca de la Puerta del Sol. Los compradores que hacían cola no se amilanaron por el desalojo; por el contrario, muchos permanecieron en fila, sin perder su puesto, dispuestos a esperar y adquirir un décimo para el sorteo más esperado en uno de los locales que más premios reparte en España.
No obstante, tuvieron que alejarse un poco de la entrada por orden de los bomberos, que desplazaron hasta el lugar a tres dotaciones para revisar el estado de los elementos ornamentales del edificio, sanear la cornisa y asegurarse de que no existía ningún elemento inestable ni peligro en una de las zonas más concurridas de la ciudad en estos días. La intervención de los bomberos sirvió de distracción a quienes esperaban, hasta que la administración fue autorizada a reabrir de nuevo sus puertas.
Esto ocurrió sobre las cinco de la tarde. Una de las responsables de la administración explicó a ABC que en el momento de abrir ya tenían, de nuevo, una larga fila de compradores haciendo guardia. Su intención era c ontinuar vendiendo décimos «hasta las ocho y media o las nueve». Confiaban en que el contratiempo no fuera más que un último coletazo de la Fortuna –al fin y al cabo, señalaban, no hubo que lamentar ningún daño personal, lo que ya de por sí es una enorme suerte– antes de dejar caer hoy allí sus premios durante el Sorteo.
Alcalá, 31
La cornisa inestable del edificio donde se encuentra Doña Manolita ha sido la segunda en dar problemas en 24 horas en el centro de Madrid. La primera se llegó a desprender parcialmente, impactando en su caída desde una novena planta contra una joven de 32 años y nacionalidad coreana, que resultó herida de extrema gravedad y ayer finalmente falleció en el hospital Clínico , donde había sido ingresada el viernes.
La cornisa cayó del edificio de Alcalá, 31, sede de la consejería de Cultura. La consejera, Marta Rivera de la Cruz, se trasladó al hospital donde estuvo acompañando a la herida, explicó el consejero madrileño de Interior, Enrique López , que ayer por la mañana confirmó su fallecimiento.
El edificio de Alcalá 31 es propiedad de la empresa pública Obras de Madrid. Había pasado la Inspección Técnica de Edificios –que tiene validez por diez años– en diciembre de 2015. «No sirve de consuelo, pero el edificio estaba al día de todas las inspecciones técnicas , pero tiempos como éste de grandes lluvias y vientos provocan estos casos tan fatídicos», indicó el consejero López.
Los bomberos aseguraron la zona de la cornisa y solicitaron a Obras de Madrid, propietaria de Alcalá 31, los datos del seguro del edificio y de la última ITE
Fuentes de la consejería de Medio Ambiente, a la que pertenece Obras de Madrid, indicaron que los técnicos de esta habían visitado la obra y colaboraron en todo momento con la Policía, que levantó atestado de lo ocurrido . Los bomberos aseguraron la zona de la cornisa y solicitaron a Obras de Madrid los datos del seguro del edificio y de la última ITE. «Estamos a disposición por si la Policía o los Bomberos nos indican que debamos tomar alguna medida adicional», concluyeron.
Hace apenas 20 días, una cornisa se desprendió de otro edificio que ocupa un organismo público: un inmueble alquilado en la calle Alcalá Galiano que ocupa la Dirección General de Administración Local. Diversos elementos se desprendieron y cayeron sobre la acera, provocando destrozos en algunos vehículos. Nadie resultó herido.
Retiran luces de Navidad
La Policía Municipal tuvo que cortar ayer la Gran Vía en torno a las cinco de la tarde, debido a que el fuerte viento amenazaba con echar abajo uno de los arcos de iluminación navideña que decoran la calle. Éste no se llegó a descolgar, pero se había soltado el cable que lo sujeta por la parte inferior, y se movía mucho. Para evitar males mayores, agentes de la Policía cerraron la calle al tráfico y operarios de una empresa descolgaron el adorno, que volverá a su lugar en unos días, informaron fuentes municipales.
Los bomberos de la Comunidad efectuaron ayer por la tarde más de trescientas intervenciones relacionadas con el viento. Y Madrid 112 gestionó 868 expedientes por el mismo motivo.
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