Los vecinos de Núñez de Balboa vuelven a salir a la calle para protestar contra el Gobierno
Este lunes se cumplen nueve días desde que la calle Nuñez de Balboa, en el madrileño barrio de Salamanca, se convirtiera en epicentro de las protestas contra el Ejecutivo de Sánchez y su gestión de la crisis del coronavirus
Este lunes se cumplen nueve días desde que la calle Nuñez de Balboa, en el madrileño barrio de Salamanca, se convirtiera en epicentro de las protestas contra el Ejecutivo de Sánchez y su gestión de la crisis del coronavirus.
Ni los dispositivos policiales desplegados desde el pasado jueves para evitar que se formen aglomeraciones ni las inclemencias del tiempo en los últimos días les han hecho cejar en su empeño. Este lunes, bajo un cielo despejado, los vecinos han vuelto a hacer sonar sus cacerolas desde las ventanas y, como en los días anteriores, también en la calle, al grito de: «Gobierno dimisión» y «Libertad».
La cacerolada ha durado, aproximadamente, una hora y ha seguido la tónica general de los días anteriores. Al principio solo pululaban por la zona periodistas, a la espera de lo que pudiera pasar, y gente que paseaba o hacía deporte. Pero pasadas las 20.30 horas este enclave empezó a convertirse en un hervidero: unos salían a «pasear» o a montar en bici con banderas de España y otros sin ellas, unos con cacerolas y otros tocando las palmas, cuando uno entonaba cánticos, el resto le seguía. Nadie podía permanecer parado, la Policía se encargaba de ello. De modo que, abocados a caminar, no era raro ver a algunos manifestantes pasar por la misma zona una y otra vez. Aun así, a pesar de los esfuerzos de los agentes, muchas veces se hacía complicado mantener las distancias de seguridad de metro y medio o dos metros.
Tampoco ha faltado en esta ocasión la lectura del manifiesto por parte de Joaquín Ariza, uno de los representantes del movimiento Resistencia Democrática del Barrio Salamanca , quien, con el permiso de las autoridades, se subió a un banco y, a través de un megáfono, incidió en las altas cifras de muertes y contagios que ha registrado España -también entre el personal sanitario- y en que «sufrimos uno de los regímenes de confinamiento más grandes del mundo». Dio el pésame a los familiares de las víctimas de la pandemia e hizo hincapié en que ciudadanos de otras zonas de España están siguiendo sus pasos.
Poco después de las 21.30 horas, mientras que el ensodecedor ruido de las cacerolas desaprecía, la gente se empezó a disipar con rapidez. «¡Ahora hay más policías que gente manifestándose!», expresó sorprendida una chica, mientras dos parejas, de las pocas que quedaban ya de la cacerolada, se despedían la una de la otra diciendo: « Viva España, y la ruina esta la sacamos nosotros adelante ».
El Paseo de la Habana toma el relevo de la Castellana
Como ellos, cientos de personas se han manifestado esta noche a la altura del número 26 del Paseo de la Habana de Madrid, donde se ha trasladado la cacerolada contra el Gobierno de Sánchez, que venía celebrándose en la confluencia del Paseo de la Castellana y el Paseo de la Habana. En este lugar y sobre la fachada de un edificio se ha desplegado en los últimos días una pancarta con el rostro de Pedro Sánchez que ha sido retirada por motivos de seguridad . Por ello, los concentrados se han situado hoy en el Paseo de la Habana y durante media hora han lanzado proclamas contra Sánchez pidiendo su dimisión.
En la concentración de hoy ha participado por segundo día consecutivo el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros , acompañado de su mujer, la portavoz en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio , Ambos iban con mascarillas y guantes y acompañados por un perro.
Un fuerte dispositivo policial se ha desplegado por la zona y en cuatro ocasiones una agente del Cuerpo subido en una furgoneta ha invitado a los presentes, con un micrófono, a mantener la distancia de seguridad para cumplir con el decreto del estado de alarma.
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