Colonia centenaria
Los vecinos de los «hotelitos» de La Guindalera: «El Ayuntamiento no cuida el barrio, es una dejación absoluta»
Los residentes denuncian el pésimo estado del arbolado, las aceras, el alcantarillado y del tendido eléctrico aéreo
La belleza de los miradores de madera que sobresalen de fachadas de ladrillos visto y cenefas de coloridos azulejos de los conocidos como «hotelitos» de La Guindalera contrasta con el pésimo estado de conservación de las aceras, el arbolado, las alcantarillas o del cableado eléctrico . El centenar de residentes de la Colonia Histórica Iturbe III-Madrid Moderno , que fue construida construida en 1929 por el arquitecto Enrique Pfitz, han emprendido una recogida de firmas para reclamar al Consistorio «una intervención urgente». «El Ayuntamiento no cuida el barrio, es una dejación absoluta», denuncia a este diario Lucila Lois, mientras señala las humedades provocadas por las aguas fecales que aparecen de forma reiterada en su sótano.
La revisión del estado del saneamiento y el alcantarillado es una de las ocho reivindicaciones que mañana llevarán al pleno, de la mano de Ciudadanos, junto a las firmas que han recogido entre los residentes de estas singulares viviendas unifamiliares centenarias. Esta colonia, situada de espaldas a la plaza de toros de Las Ventas , en el barrio de La Guindalera, es de suelo privado pero se cedió para uso público hace décadas. Según consta en un informe de Urbanismo del año 2000, «el régimen de actuaciones a seguir en dichas calles es el mismo que se sigue en cualquier otro vial de titularidad municipal». Es decir, le corresponde el cuidado y conservación de las aceras, el arbolado y del saneamiento al Ayuntamiento, ya que, además, se trata de viviendas protegidas por Urbanismo.
«Las tuberías son centenarias , como la casa, y nunca se han revisado. Han acabado por reventar por los tapones acumulados y, por eso, cada dos por tres se filtra a nuestras casas», explica Lois con hartazgo. En estos chalés las tapas de las alcantarillas están instaladas en los patios traseros de los chalés, por eso el agua se filtra directamente a las habitaciones más cercanas.
Los residentes recogen firmas y llevan hoy al Pleno, de la mano de Cs, una batería de medidas
En el exterior, la estampa del abandono tampoco pasa desapercibida: los postes de la electricidad y de telefonía que se sostienen manojos de cable de cobre luchan, inclinados, contra la gravedad en las aceras. Acumulan tantos cabos que, desde abajo, parecen paraguas desvencijados. «Hace quince años, pedimos al Ayuntamiento que hiciera un requerimiento a las compañías para que soterrasen los cables. Nos dijeron que cuando se abriese la calle por alguna obra aprovecharían para solicitar que lo enterraran. Ha llovido y aún no lo han hecho», lamenta Natividad de Mingo, la vicepresidenta de la asociación de vecinos Iturbe III.
«Lo curioso es que a mí me pusieron problemas para instalar la fibra óptica en mi casa porque el técnico de la compañía no quería subirse al poste, y ellos son los responsables de que esté así», cuenta otro vecino, Santiago Vaquero, que vive desde hace 20 años en un chalé que fue una iglesia ortodoxa.
Las juntas que unen las baldosas que hay frente a la casa de Vaquero están cimentadas. Es la única zona de la calle que no tiene las losas separadas y agrietadas. « Me tuve que encargar de sellarlas yo después de que mi suegro se cayera , porque el Ayuntamiento ni está ni se le espera, y por aquí pasan muchos mayores y carritos de bebés que van a los colegios de aquí al lado», afirma, mostrando las huellas recientes en el suelo.
Por el camino, los alcorques se muestran llenos de pequeñas ramas que crecen a su libre albedrío. En ellos, se acumula basura durante semanas, según denuncian. «Hemos tenido que llamar al Ayuntamiento para que recogieran las papeleras del mal olor que desprendían. Es insalubre », lamenta Arancha Mota, la impulsora de la iniciativa que irá hoy al pleno.
Desde la Junta Municipal del distrito de Salamanca, por su parte, afirman a ABC que «asumirán las reivindicaciones que sean viables desde un punto de vista técnico y competencia municipal». «Por ejemplo, el tema del tendido eléctrico corresponde a las compañías», argumentan. Sea o no aprobada esta inciativa, los vecinos seguirán peleando por lo que creen que es justo, ya que consideran que su barrio es «una joya histórica que debe cuidar el Ayuntamiento, sea del color que sea».
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