Unos 410.000 alumnos se han beneficiado del programa de libros de texto gratis este curso
Más del 60% de los alumnos utilizó el sistema de préstamo de ejemplares
Más de 400.000 escolares madrileños han estudiado este año con libros de texto gratis. Son 100.000 más que en el curso 2019-2020, el primero de aplicación universal de este programa de banco público de préstamo de libros , conocido como Programa Accede. En septiembre, volverá a aplicarse, con las mismas condiciones del pasado año, en plena postpandemia : los libros también pasarán una cuarentena de 14 días tras ser devueltos y antes de entregarse al siguiente usuario. No se desinfectarán para no dañarlos, pero se mantendrán en un lugar aparte para evitar cualquier posible contagio, hasta que pase ese periodo.
La gratuidad de los libros de texto en Madrid es producto de una ley que nació a iniciativa de Ciudadanos, cuando este grupo aún no era partido consorte del Gobierno regional: en 2017. El programa se puso en marcha por primera vez en el curso 2018-19, pero entonces no para todos, sino únicamente para los 150.000 alumnos de familias con menores recursos . Sólo en 2019-20 se hizo ya universal. Y en el 20-21 tropezó, además de con los problemas de falta de rodaje del sistema, con la pandemia. Pese a lo cual, se beneficiaron de él 300.000 estudiantes.
Una cifra que aún va a ser más alta en el actual curso, donde las previsiones de la Comunidad –la Comisión de Seguimiento entrega datos a curso pasado– apuntan a que habrán participado en el banco de libros de texto gratuitos unos 410.000 alumnos.
Comprar los libros
Son prácticamente el 60 por ciento del total de estudiantes de centros públicos, y los que más utilizan este método son los más pequeños: los de los primeros tres cursos de Educación Primaria que incluso superan el 85 por ciento de usuarios del banco de libros.
El programa Accede se basa en que son los centros los que compran los libros de texto para sus alumnos. Lo hacen con unos fondos que les traspasa la Consejería de Educación, y en una serie de establecimientos que previamente piden participar en el programa, según las condiciones que fija el acuerdo marco.
Este ha estado desde el principio en el centro de la polémica, dado que las asociaciones de pequeñas librerías se han opuesto vivamente al mismo, por considerar que perjudicaba sus intereses y favorece a las grandes distribuidoras de libros. Las librerías apostaban por otra figura, la del cheque-libro, que se entrega a las familias –ocurre en otras comunidades autónomas– para que ellas mismas adquieran los ejemplares donde quieran.
Pero la Consejería de Educación, que ahora dirige Enrique Ossorio, diseñó desde el principio un modelo diferente, donde es el centro el que compra los libros y luego los reparte a las familias, con el compromiso de que los devuelvan en buen estado a final de curso para que éstos pasen a los alumnos que empiezan entonces. La renovación total de los libros está prevista cada cuatro años.
Suplemento salarial
Cada colegio cuenta con una persona encargada de este proceso, el coordinador del programa Accede, que es nombrado por el director y cobra por ello un suplemento de entre 139 y 224 euros mensuales: este curso ha habido 1.671 coordinadores, de los que 1.186 han estado en centros públicos y 485 en concertados. Los colegios e institutos que participan también cuentan con otro apoyo económico, de hasta 3.000 euros, para contratar ayuda externa para la entrega de textos.
Los pequeños libreros han denunciado por activa y por pasiva el acuerdo marco; la venta de libros de texto es la mitad de su negocio anual, y según señalan, en el acuerdo se fijan precios de venta máximos iguales o incluso inferiores a los de coste.
El Defensor del Pueblo les dio la razón en parte, y tras consultar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia recomendó cambios en el acuerdo marco para evitar que se perjudicara a pequeñas y medianas empresas. La Consejería se defiende: en el curso 2019-20 hubo 183 adjudicatarios de libros de los que 121 eran autónomos y las grandes editoriales no llegaban al 4 por ciento .
El acuerdo marco ha sido incluso llevado a los tribunales, y ya cuenta con una sentencia, del 7 de abril de este año, del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, a favor de la Comunidad:dice que la Administración no decide el sistema centralizado de compras de libros, sino que ejecuta la compra según el sistema previsto en normas precedentes.
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