Trabajadores chinos huyen a la carrera durante la inspección de una obra ilegal en Usera
Los Bomberos constataron la falta de liencia de una reforma, con graves deficiencias de seguridad
Una inspección y una desbandada. Los vecinos de Usera vivieron ayer una escena insólita al observar desde sus ventanas la salida apresurada de un numeroso grupo de trabajadores chinos que, tras advertir la presencia de Policía Municipal y Bomberos en el edificio en obras donde estaban empleados, huyeron a la carrera sin dar más explicaciones. Los hechos ocurrieron poco después del mediodía cuando los profesionales del Ayuntamiento acudieron para comprobar la legalidad de la reforma y si esta se estaba llevando a cabo con las condiciones de seguridad pertinentes.
Fuentes de Emergencias Madrid confirmaron a este periódico que los Bomberos se desplazaron hasta el número 15 de la calle de Salasierra, a requerimiento de la Policía Municipal. Allí, revisaron el estado del bloque y constataron las graves deficiencias de una obra, carente de licencia y con afectación de los elementos estructurales. Después de verificar que el edificio no presentase riesgo de derrumbe, dieron parte al Departamento Técnico de Edificación Deficiente, que comunicó de inmediato a la propiedad la paralización del proyecto hasta que no garantice la seguridad de los peones y el resto de viviendas adyacentes.
Superada la salida en tromba de los obreros y perimetrada la superficie, el miedo de los inquilinos reside ahora en los posibles daños ocasionados en el interior de la zona afectada. «Según nos ha informado un vecino, han tocado vigas, las cuales estaban apoyadas unas encima de otras», incidían ayer desde la Asociación de Vecinos de Usera. Los rumores acerca del uso que los dueños van a otorgar al inmueble también se dispararon. Dada la envergadura de la obra, se sospecha que detrás de la misma podría estar la apertura de un hotel.
En chanclas
No es la primera vez que un hecho así ocurre en este distrito, distinguido por acoger a la mayor comunidad china de la región. A finales de julio, sin ir más lejos, la Policía Municipal paralizó otra obra sin licencia en la que cinco operarios asiáticos realizaban trabajos de albañilería sin contrato ni medidas de seguridad. La reforma, en este caso, de una nave ubicada en la calle de Eduardo Barreiros, 3, contemplaba el derribo de tabiquería de ladrillo para unir tres grandes espacios y la recolocación de varios muros.
Tal era el déficit de seguridad que algunos de los trabajadores fueron sorprendidos en chanclas. Las indagaciones de los agentes –que también denunciaron la situación de los contenedores de escombros, al no presentar la autorización para situarlos en la vía pública– señalaron a Palaci Shoping S.L., la empresa dueña de los locales.
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