Inmigración
Torrejón de la Calzada, el pueblo «más chino» de la Comunidad de Madrid
Conforman la segunda nacionalidad y arrasan el mercado inmobiliario local. Buscan tranquilidad y casas con jardín
Torrejón de la Calzada (8.200 habitantes) es el primer municipio de la región donde la población china se ha convertido en la nacionalidad extranjera dominante. En este pueblo del sur, acodado en el eje de la carretera Madrid-Toledo (A-42), hay censados 277 ciudadanos de ese país. Su crecimiento ha sido exponencial, un 44% más en cuatro años. En toda la Comunidad hay empadronados 55.784 chinos, un 5,5% más respecto a hace un año . La mayoría reside en la capital (34.124), aunque la corona metropolitana sur es el otro gran foco de chinos, debido a los muchos polígonos industriales. Los letreros asiáticos forman parte del paisaje visual de las carreteras de Madrid; en el bus interurbano son mayoría.
Muchos de los chinos residentes en Torrejón trabajan en el polígono de Cobo Calleja, otros tienen negocios particulares y todos ahorran lo máximo. Hasta el punto de que «arrasan» con las últimas promociones de chalés del pueblo, donde la obra nueva oscila entre los 180.000 euros (150 m2) y los 240.000 (290 m2). «Es más caro vivir aquí que en Parla y Fuenlabrada, pero vienen con un alto poder adquisitivo, buscan construcciones en horizontal. Además, esto está bien comunicado», dice el alcalde, Eusebio García (PP), «encantado» con sus nuevos vecinos.
« Son gente respetuosa y cumplidora. Se integran bien , muchos participan en los espectáculos de fin de curso del colegio y los talleres de pintura. Sobre todo las mujeres y los niños», apunta el regidor. «En el círculo de amigos de mis hijos, de 16-17 años, hay chinos», asegura destacando su inclusión social normalizada.
Educación
Xuang, regente de un comercio mayorista en Seseña (Toledo), llegó en enero desde Barcelona y el jueves por la mañana pedía en el Ayuntamiento el certificado del padrón para escolarizar a sus tres hijos en el colegio Castilla, concertado. En el público San José hay 21 niños chinos. Las trabajadoras del centro aseguran que, pese a las dificultades del idioma, «son alumnos muy aplicados, respetuosos y disciplinados».
Al igual que Xuang, otros compatriotas chinos acuden a diario al Ayuntamiento para hacer papeleo. El principal, empadronarse. Merche, del restaurante Chen, lo hizo hace 15 años y es la veterana. «En los últimos años han venido muchos más. Pero conozco a más a españoles», dice, esta orgullosa madre de universitarios. Yan regenta con su marido el «maxi» supermercado del pueblo. Antes vivió 7 años en Holanda. «Allí no hay sol» , dice él, que ofrece a la fotógrafa un refresco gratis.
Junto a una hilera de chalés está José, de 30 años, a punto de acudir a su puesto en la maraña de empresas de Cobo Calleja. Su coche no es de alta gama, rara excepción. Recaló con su familia en Torrejón hace cinco años. «Antes vivía en Fuenlabrada y me asaltaron varias veces. Esto es muy seguro» , afirma, sonriente, pero sin dejarse retratar por la fotógrafa.
Sanidad
En el centro de salud de Torrejón una mujer embarazada, de rasgos asiáticos, acaba de salir del matrón para hacerse una citología. En la ventanilla del ambulatorio desmienten el mito de que los chinos no acuden a la sanidad. « No es que vengan solo cuando enferman, también para los controles rutinarios . Como tú y como yo», afirma una de las administrativas.
Ello no quiere decir que sigan cultivando su medicina tradicional, como apunta Isabel, trabajadora municipal. «Mi vecino tiene hierbas plantadas y me dio algo para el dolor de espalda, que me funcionó», dice, sonriente. En todo caso, la población china en Madrid es muy joven: el 80% tiene menos de 45 años .
Una vecina oriunda de Torrejón, jubilada, cuenta en la plaza que en ocasiones ha cuidado de niños chinos. «Sus padres trabajan de sol a sol y me contrataron para darles de cenar» , dice, revelándonos la nueva realidad.