La tarifa del SER se duplicará en los días de mayores niveles de contaminación de Madrid
Las nuevas ordenanzas contemplan una rebaja del IBI que ahorrará 60 millones de euros a los madrileños
Los beneficios fiscales por el Covid para terrazas y basuras desaparecen, pero la 'tasa de mercadillos' será gratuita
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Tres años y tres bajadas desde que llegaran al Palacio de Cibeles. Apenas acaba de arrancar su tramitación, y todavía falta el visto bueno del Pleno, pero el alcalde y la vicealcaldesa de Madrid anunciaron este viernes, por tercer año consecutivo, una nueva rebaja fiscal , la bandera del Gobierno bicéfalo de PP y Ciudadanos. Y, por tercera vez, el Ayuntamiento incide en el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), que caerá tres centésimas y ahorrará un total de 60 millones de euros a los madrileños.
«Es un día muy importante», arrancó la vicealcaldesa, Begoña Villacís, después de la Junta de Gobierno extraordinaria, «estas son nuestras penúltimas ordenanzas fiscales y esto nos sirve para desmontar que año tras año hemos podido sacar nuestros presupuestos adelante». La coalición de gobierno no se desvía de la senda liberal que tomó hace tres años y que ha abanderado la disminución del IBI, uno de sus promesas de investidura. En 2022, el tipo base de este gravamen pasará del 0,456% al 0,428% . Tres centésimas, pero también una décima menos que en 2019, cuando el IBI todavía intacto por Martínez-Almeida y Villacís se situaba en el 0,51%. «El próximo año», aseguró la vicealcaldesa, se reducirá al mínimo legal, el 0,4%. El máximo está fijado en el 1,3% sobre el valor catastral del inmueble.
La segunda medida estrella de este «marco fiscal competitivo y atractivo», como lo definió el alcalde José Luis Martínez-Almeida, afecta al impuesto de plusvalía por transmisiones ‘mortis causa’ , el que pagan los familiares por la revalorización del inmueble heredado con el paso de los años. Cada tramo de bonificaciones, salvo el máximo legal del 95%, crece cinco puntos porcentuales: del 85 al 90% si el valor catastral oscila entre 60.000 y 100.000 euros; del 70 al 75% de los 100.000 a los 138.000 euros; y del 40 al 45% si supera esta última cantidad.
Las medidas anunciadas arrojaron luz sobre algunos detalles de la nueva ordenanza de Movilidad —diseñada contra el reloj este verano para solventar el vacío legal de Madrid Central— aún sin concretar. La nueva tarifa dinámica del SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) se disparará al 60 o al 100% con los picos de contaminación, esto es, los días en los que los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) sobrepasen los 60 o los 70 microgramos por metro cúbico, respectivamente.
Al margen de las jornadas grises, el precio general del SER varía. La tasa de los vehículos ECO se reduce del 50 al 75%, mientras que a los coches con etiqueta B se les aplicará un recargo del 20%. Los A, los más contaminantes, desaparecen del texto. Las ordenanzas también fijan la tasa de las nuevas plazas de aparcamiento, las denominadas de alta rotación , 1.130 espacios marcados con líneas azules y blancas donde se podrá estacionar durante un periodo de 45 minutos. La tarifa base es de 20 céntimos por cinco minutos y 70 céntimos por 20 minutos, hasta alcanzar un máximo de 2,05 euros por los 45 minutos.
Adiós a las 'tasas Covid'
Entre bajadas y bonificaciones, el Ayuntamiento dejará de ingresar el próximo año un total de 65 millones de euros. La cifra, no obstante, queda lejos de la rebaja fiscal de 107 millones de euros de 2021, que prorrogó las ayudas extraordinarias a los sectores más castigados por el Covid (hostelería, comercio, cultura, etc.), eliminando un año más el canon de terrazas y descontando el 25% del de basuras. Estas medidas pandémicas desaparecerán en 2022. «Siguen las ayudas, pero con otros instrumentos», apuntó Villacís. Solo la ‘tasa de mercadillos’ será gratuita, 1,3 millones de euros que podrán guardarse los 2.826 puestos repartidos en los 60 mercados itinerantes de la ciudad.
El Consistorio apenas ha tocado dos de sus cinco tributos propios, pero ha mantenido una serie de bonificaciones en el IBI y el IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas) que fomentan el emprendimiento y la sostenibilidad. Y ha hecho sus cálculos: en términos generales, la ciudad ha cobrado en tres años 500 millones de euros menos. Este dato es el resultado del acumulado de 2020, 2021 y 2022, el ahorro de los madrileños cada ejercicio en comparación con el escenario previo al mandato de PP y Ciudadanos. El 10% del presupuesto municipal anual.
El IBI representa el grueso de esta rebaja fiscal, que atañe a 2,2 millones de recibos . A todos. Los 1,5 millones de inmuebles residenciales, los 96.200 comerciales, las 30.000 oficinas, las 11.000 naves industriales y los 7.200 locales de ocio. Familias, empresarios, pymes y autonómos que, tras los estragos de la crisis sanitaria, pueden agarrarse a estos «otros instrumentos». Un ejemplo: el propietario de un inmueble con un valor catastral de 200.367 euros pagará 164,30 euros menos de IBI en 2022. Esa misma persona, en estos tres años, se ahorraría hasta 331,50 euros en el gravamen.
«No es el momento de subir impuestos, es el momento de estimular la actividad económica», lanzó Martínez-Almeida, que habló del «modelo liberal», de la «locomotora económica» y de Vox , cuyos cuatro concejales son imprescindibles para sacar adelante las ordenanzas. Su portavoz, Javier Ortega-Smith dijo este viernes que aún no habían empezado las negociaciones . La izquierda, por su parte, cerró la puerta al alcalde.
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