Muerte a la salida de Metro de Getafe
Una tarde de paseo que acabó en tragedia
El hombre, de 69 años, quiso parar la agresión a un anciano a manos de un grupo de jóvenes y perdió la vida de un infarto
La tragedia se cebó ayer con un hombre de 69 años que salió a dar su paseo habitual después de comer, sin saber que sería el último . Todo ocurrió en el Barrio de San Isidro de Getafe pasadas las cinco de la tarde, cuando el varón, acompañado por su mujer, transitaba tranquilamente por la calle del Greco. Al aproximarse a la boca de metro de Alonso de Mendoza , junto a la puerta del ascensor, en la calle, observó a un hombre mayor rodeado de un grupo de chavales.
Cuando miró detenidamente la escena se percató de que estos le estaba agrediend o sin ningún tipo de pudor, al tiempo que discutían con él y le gritaban , por causas que se desconocen por el momento. Ante estos hechos, y en un intento de parar el ataque y defender a la víctima, el hombre que estaba dando su paseo se acercó y recriminó a los jóvenes su actitud. Eran cinco, aproximadamente.
Sin embargo, su decisión, que tomó sin pensar, no hizo más que empeorar la situación, ya que él se acabó convirtiendo en el blanco de las iras de los atacantes. Así, la pandilla, lejos de amilanarse, avergonzarse o cesar su conducta ante los comentarios reprobadores, reaccionaron con acritud.
Homicidio involuntario
Comenzaron a zarandearle y a empujarle a él, por lo que acabó cayendo al suelo. Además de golpearse, sufrió un infarto de miocardio que terminó costándole la vida. Mientras, los agresores, a los que se le imputa, en principio, homicidio involuntario, se dieron a la fuga, informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía .
A las cinco y seis minutos el Teléfono de Emergencias 112 recibió la primera llamada de alerta. En ella le indicaban que un hombre estaba en parada cardiorrespiratoria. Cuando llegaron comprobaron que, en efecto, así era. Instalaron una carpa y lo sanitarios del Summa le estuvieron practicando las maniobras de reanimación cardiopulmonar durante treinta minutos, sin éxito, por lo que tuvieron que certificar su fallecimiento, informó un portavoz del Summa.
Su mujer, atónita, que contempló toda la secuencia como en una película, era incapaz de reaccionar. No daba crédito al giro inesperado que había dado la vida de su marido y la suya, en apenas unos minutos.
Agentes del Grupo VI de Homicidios y de la Policía de la comisaría de Getafe se hicieron cargo del suceso. Ayer se afanaban en recabar los testimonios de los testigos para lograr identificar a los autores del homicidio involuntario y la primera agresión y detener a los culpables. Las imágenes de las cámaras de seguridad de las inmediaciones podrían facilitar también esta tarea.
Junto al metro de Alonso de Mendoza se encuentra el Instituto de Enseñanza Secundaria Alarnes. No se sabe si en la discusión con el anciano participaron alumnos del centro o estuvo relacionada con coger el ascensor. Lo cierto es que el Barrio getafense de San Isidro no goza de muy buena fama en el municipio.
A las ocho y media de la tarde el juez ordenaba el levantamiento del cadáver. El lugar que se había llenado de curiosos se comenzó a despoblar. «¡Pobre hombre! Qué mala suerte ha tenido, y todo por ayudar. ¡Y anda que su mujer que lo ha visto todo sin poder hacer nada, vaya trago!», eran algunos de los comentarios que se escuchaban.
Con el de ayer, el número de muertes violentas registradas en la región hasta la fecha ascienden a cinco.
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