Sucesos
La familia de la última mujer asesinada: «Raquel no permitiría que le pusieran la mano encima»
La Policía busca al autor de la muerte de la guipuzcoana, aunque vecina de Alcobendas, y de su hijo de 12 años
Los López Airas están de luto. De doble luto. Han perdido de un golpe a su nieto e hija. A su sobrina. A su subrino-nieto. La última víctima de la violencia machista, Raquel López Airas, de 44 años, preparaba el duodécimo cumpleaños de su niño, que debía celebrarse hoy. Pero, presuntamente, la mano asesina de su pareja, el marroquí Mounir Ayad, de 36 años, ha acabado con la vida de ambos. La Policía Nacional le busca de manera intensa.
El suceso, como ha venido contando ABC, ocurrió el pasado 2 de mayo en la calle del mismo nombre de Alcobendas . Acuchillados hallaron a la mujer y a su pequeño en la vivienda donde residían desde hace tres años, después de que el sospechoso telefoneara a su prima para confesar: «He matado a Raquel y al niño» . Esta pariente dio la voz de alarma a las 10.30 de la mañana.
A las ocho de la tarde, sonaban los teléfonos en Alicante y Éibar (Guipúzcoa). En la ciudad valenciana vive el padre de la finada. En la vasca, de donde era originaria ella, su madre y dos de sus tíos. Los cuatro viajaron hasta Madrid al enterarse por la Policía de lo que había sucedido.
Este diario ha hablado con la familia. Una tía, Arantxa, explica desde Éibar que «la relación entre Raquel y Mounir debía de ser bastante distante, puesto que no hablaba de él» .
«Sabíamos que pasaba mucho tiempo fuera, en Francia, trabajando; pero he bajado muchísimas veces a Madrid y jamás lo he visto . Cada verano, yo recogía al niño, pasaba unos días allí y nos lo traíamos a Éibar a que estuviera con nosotros el mes de agosto», afirma.
Sobre si eran conocedores de que Mounir era violento, Arantxa sentencia: «Mi sobrina no habría aguantado a nadie que le hubiera puesto la mano encima».
Raquel deja otros dos hijos, una de 15 años y otro de 18, que viven en Bilbao con su padre, con quien mantuvo una relación anterior. «Todos estamos destrozados» , añade la tía desde Éibar, que recuerda que hace menos de un mes habló con la víctima. Su madre lo hizo apenas una semana: «Le dijo que estaba muy contenta con cómo le iba con el bar y con su hijo». El crío, indicaron fuentes policiales, no era hijo de Mounir, aunque este lo consideraba suyo.
Raquel llegó a Madrid hace doce años, «cuando el chiquillo apenas tenía unos meses». Había trabajado de camarera y luego cogió un bar en San Sebastián de los Reyes, que regentaba con una amiga. Desde hacía tres años, residía en Alcobendas .
Raquel López Airas es la víctima número 22 de la violencia machista en España en lo que va de 2017, la cuarta en Madrid.
Teléfono contra el maltrato: 016
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